El próximo martes día 15 de julio la facultad de Historia de la Universidad Complutense de Madrid cerrará definitivamente la capilla que se encuentra en el Campus y la convertirá en un aula.
Está previsto que mañana se celebre la última Misa ya que el Rector de la Universidad, José Carrillo y el Decano de la Facultad, Luis Enrique Otero, no han destinado otra localización para habilitar un oratorio.
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El Capellán de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid ha convocado a los jóvenes para que asistan a esta última Misa para "con pleno derecho, agotar las posibilidades de que esto ocurra".
Desde la plataforma MásLibres y HazteOír están recogiendo firmas en este link para evitar el cierre.
Una petición a la que hasta ahora se han unido unas 23.000 personas que han hecho llegar sus mensajes de queja al Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid.
Según explica HO en su página web, el cierre de esta capilla se realiza "a escondidas: en pleno verano, con los estudiantes de vacaciones y los medios de comunicación y la opinión pública pensando en la playa".
Algo que han calificado como "un ataque frontal a la libertad religiosa y a los derechos de sus alumnos" ya que "vulnera los derechos de sus alumnos, viola el principio de libertad religiosa e incumple los acuerdos de su Universidad con el Arzobispado de Madrid".
Por ello desde HO destacan que "la capilla no resta libertad, ni derecho, al contrario: los aumenta" ya que "nadie está obligado a utilizarla". Y precisan que los firmantes de la petición ruegan al Rector Carrillo que "tome las medidas oportunas para impedir esta violación de los derechos de los alumnos" e impida el cierre de la capilla.
En ese sentido, el portavoz de la plataforma en defensa de la libertad religiosa MásLibres.org, Miguel Vidal, recuerda que en enero de 2013 "ya se desvelaron las intenciones del decanato de cerrar la capilla, o al menos trasladarla al lugar más irrelevante posible dentro de la Facultad. En ese momento se enviaron más de 62.300 peticiones que junto a la denuncia pública obligó a a Carrillo a no apoyar la decisión del decano Luis Enrique Otero en aquel momento para cerrar el espacio de la capilla y trasladar esta actividad a un lugar minúsculo, escondido y de difícil acceso".