El Obispo de Tacna-Moquegua, Mons. Marco Antonio Cortez Lara, escribió una carta en la que rechaza la reciente aprobación del polémico protocolo del aborto terapéutico, que abre las puertas a esta práctica en todo el Perú, y explicó que esta norma "induce a legalizar la violencia" en el país.
En su misiva, el Obispo lamenta "que se haya producido este atropello que induce a legalizar la violencia en el Perú, máxime si el agredido es una persona inocente, pues bajo ningún motivo se puede aceptar que una persona mate a otra al amparo de la ley".
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"En primer lugar, la puesta en marcha de una guía que induce a matar a un inocente bajo la eufemística modalidad de un supuesto peligro para la vida de la madre, en la actualidad, es casi inexistente; habría que probar con estadísticas cuántos son los casos que se tienen registrados de muertes por la sola razón de que una mujer esté gestando".
Por otro lado, prosigue el Obispo, se quiere hacer creer que el protocolo "es una aplicación del artículo 119 del Código Penal vigente; es decir, que en caso que corra riesgo la vida de la madre se puede acudir al aborto. De esta manera se quiere justificar dicha guía para matar a un inocente y así dejar la puerta abierta para otros casos que no tengan que ver con dicha aplicación de la norma".
"Hay que decir que en esta modalidad existe un engaño terrible; el artículo119 del Código Penal fue estipulado cuando la medicina no gozaba de los avances y logros de curar la vida humana como en la actualidad y, por lo tanto, el PAT no puede sustentarse en aquellas causales que hicieron posible la creación de dicho artículo en nuestro Código Penal".
En segundo lugar, dice el Obispo, "es innegable más bien la fuerte vinculación que el Protocolo de Aborto Terapéutico tiene con las ideologías en contra de la vida. Está demostrado que en los países que han adoptado una Política de Planificación Familiar basada en la técnica de los métodos anticonceptivos, dichas políticas son antinatalistas a ultranza, y por lo tanto, su principal objetivo será despenalizar el aborto o legalizarlo".
"Por tanto, sea el código penal de 1924 y el reformado en 1991, donde tipifica el aborto consentido como un delito en el Perú, manifiestan que la legislación de nuestro Código Penal no le da carta de ciudadanía al actual protocolo de aborto terapéutico, antes bien hay que enmarcarlo dentro de las políticas antinatalistas que defienden el aborto".
Tras señalar que el protocolo es contrario a la Constitución y al Código del Niño y el Adolescente porque es "una violación de los derechos inalienables de la persona humana", el Prelado recuerda "la enseñanza siempre valida de la Iglesia en favor de toda la humanidad: el hombre no es dueño absoluto y árbitro incensurable, sino –y aquí radica su grandeza sin par– que es 'administrador del plan establecido por el Creador'. La vida se confía al hombre como un tesoro que no se debe malgastar, como un talento a negociar. El hombre debe rendir cuentas de ella a su Señor".
Finalmente Mons. Marco Antonio Cortez Lara invita a que "en sus diferentes actividades y ambientes donde viven y realizan sus labores, sean defensores de la vida, que con la gracia de Dios y generosidad de nuestros padres, especialmente con el sacrificio de nuestras madres gozamos y disfrutamos con todos sus retos y oportunidades".