El partido entre Argentina y Alemania que definirá al campeón del Mundial de Fútbol FIFA Brasil 2014, ha dirigido la atención de la prensa hacia el Vaticano por la nacionalidad del Papa Francisco y el Papa Emérito Benedicto XVI.
Más allá de las bromas que sobre el tema abundan en Internet, el experto en "Iglesia y deporte" de la Santa Sede, Santiago Pérez de Camino Gaisse, recordó a ACI Prensa que gustar mucho del fútbol no está reñido con la fe, aunque descarta que el Papa Francisco o Benedicto XVI dediquen su oración a la final de Brasil 2014.
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"No es malo rezar por un equipo, porque a Dios le agrada todo aquello que uno lleva en el corazón. La oración con Dios es la relación entre un padre y un hijo donde éste le cuenta todo, sus alegrías, sus preocupaciones, sus ilusiones. Pero dicho esto, sinceramente, creo que tanto el Papa Francisco como Benedicto XVI tienen muchas cosas más importantes en las que pensar y que llevar a la oración", explicó.
Además, aceptó compartir un análisis sobre los factores que podrían decantar el marcador del partido a favor de un equipo u otro este domingo.
"En pocas palabras –señala el experto-, se podría decir que los puntos fuertes de Alemania son su verticalidad y su dominio del balón. En la mayoría de los partidos se ve un equipo compacto, en donde cada uno sabe dónde está su compañero. Además poseen la creatividad y experiencia con jugadores como Klose, Ozil, Khedira o Kroos".
"Alemania solo puede perder si sufre el miedo escénico de la final. Y el hecho de llegar como claro favorito puede jugar en su contra. En las ultimas competiciones, este equipo ha sufrido una 'pájara' en alguna ocasión que le ha apeado del campeonato o le ha hecho sufrir para pasar de fase, como en este Mundial con Argelia o en la edición anterior con España en semifinales", añade.
En relación a Argentina, Pérez de Camino recuerda que su gran baza, además de Leo Messi, es la ilusión por ganar. Según dice, la afición argentina puede jugar un factor importante durante el partido, ya que en Río de Janeiro se esperan a más de 70.000 argentinos y "seguro, se harán oír", afirma.
"Argentina es un equipo que tiene un líder oficial claro. Messi es capaz de cambiar un partido en cuestión de minutos. Y el solo hecho de jugar obliga al rival a machacar a los defensas y los mediocentros para controlarle. Pero junto con Messi, conviven en la sombra verdaderos líderes que, como Mascherano, quien ante los penaltis contra Holanda, supo sacar lo mejor de cada uno, o como jugadores como Higuaín o Agüero que tienen mucha fuerza".