El presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Mons. Joseph Kurtz, alentó a los católicos a unirse para proteger el trabajo de las organizaciones caritativas y servicios de la Iglesia.
"Debemos permanecer libres para servir a nuestras hermanas y hermanos más vulnerables, sin riesgo de una sanción por parte del gobierno", dijo Mons. Joseph Kurtz, durante la Misa de clausura de la tercera Quincena por la Libertad celebrada el 4 de julio en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington.
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La Quincena por la Libertad es un período de oración, formación y acción para promover un mayor respeto por la libertad religiosa en Estados Unidos y otras partes del mundo.
La primera Quincena se realizó el año 2012 en medio de fuertes amenazas contra la libertad religiosa por parte del mandato abortista HHS que obliga a las empresas a ofrecer seguros que cubran anticonceptivos, fármacos abortivos y esterilización, incluso si esto atenta contra las propias creencias religiosas.
El pasado 30 de junio, mientras se realizaba la Quincena, la Corte Suprema de Estados Unidos decretó que el gobierno no podía obligar a compañías "estrechamente controladas" – empresas cuyas acciones está en manos de cinco o menos personas – a violar sus principios religiosos para obedecer al mandato.
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos alentó a los católicos de todo el país a asistir y organizar eventos y misas para manifestar la importancia de la libertad religiosa.
En su homilía, Mons. Kurtz elogió el impacto que los fieles han tenido en Estados Unidos "precisamente porque hemos utilizado esta libertad para servir a otros".
Mons. Kurtz exhortó a los asistentes a prestar atención a las "amenazas reales contra la libertad religiosa en todo el mundo", pidiendo oraciones por quienes sufren persecuciones religiosas.
Sin embargo, la limitación de la libertad religiosa está "a la vuelta de la esquina" continuó el Arzobispo, refiriéndose a las Hermanitas de los Pobres que también están siendo amenazadas por el mandato HHS. "¡Ellas no pueden hacer una opción por dejar de servir a los más necesitados o dejar de transmitir la fe que es la razón y el poder fundamental de servir!".
Mons. Kurtz pidió a los católicos "proteger su capacidad de servir con amor e integridad", señalando que la Iglesia "no puede detenerse y permitir que nos obligue a separar nuestro servicio de nuestra fe" o a "facilitar actos inmorales que van en contra de nuestra fe".