El Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Ettore Balestrero, dijo que se necesita reforzar la reconciliación sacramental no solo para la salvación de las personas, sino del país, porque "hasta los guerrilleros son católicos y cuando se reintegran tienen necesidad de reconstruirse también".

"Es necesario redescubrir y reforzar la importancia capital de la reconciliación sacramental y eso no solo para la salvación de las personas sino también para el bien profundo de la comunidad, la totalidad del cuerpo eclesial", expresó Mons. Balestrero, quien –según la prensa local-, indicó que si bien no se conoce puntualmente lo acordado hasta el momento entre el Gobierno y las FARC en Cuba, la Iglesia debe meterse de lleno en la construcción y reconciliación del país.

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"Más todavía en un país católico como Colombia, donde hasta los guerrilleros son católicos y cuando se reintegran tienen necesidad de reconstruirse también", precisó.

En ese sentido, recordó la importancia de que la Iglesia no tome parte de ninguna fuerza política para así "conservar el rol profético que se interesa solo por el bien de la gente y el respeto de las reglas fundamentales de toda democracia como la división y la autonomía de los poderes".

Sobre los acuerdos parciales entre el Gobierno y las FARC en materia de solución al problema de las drogas ilícitas, Mons. Balestrero recordó la advertencia del Papa Francisco de que "la droga no se vence con la droga, la droga es un mal y con el mal no se hacen concesiones".

"La legalización de las aquí llamadas drogas ligeras, además de ser discutible desde el plano legislativo, no produce los efectos que se podrían esperar. Quisiera reafirmar lo que se ha dicho en otras ocasiones: no a cualquier tipo de droga", reiteró el Nuncio.