El Papa Francisco se reunió esta tarde con reclusos del centro penitenciario de Isernia, en la región de Molise, y les aseguró que Dios nunca nos olvida, sino que nos perdona, "nos levanta de nuevo y nos devuelve nuestra plena dignidad".
El Santo Padre agradeció la acogida que recibió en el centro penitenciario y recordó que el desafío para los reclusorios es "la reinserción social".
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"Y para ello necesitamos un itinerario, un camino, fuera de la cárcel, en la sociedad, y también a nivel interno, en la conciencia, en el corazón".
Francisco subrayó que "lo importante es no quedarse quieto - el agua estancada se pudre - sino caminar, dar un paso cada día, con la ayuda del Señor. Dios es Padre, es misericordia, nos ama siempre".
"Si le buscamos, Él nos acoge y nos perdona. 'Nunca se cansa de perdonar' es el lema de esta visita. Él nos levanta de nuevo y nos devuelve nuestra plena dignidad. Dios no nos olvida".
El Papa recordó que "hay un pasaje de la Biblia, del profeta Isaías, que dice: ¿Se olvida una madre de su criatura? - y es casi imposible - ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!".
"Con esta confianza, se puede caminar, día a día. Y con ese amor fiel que nos acompaña, la esperanza no decepciona".
Al concluir, el Santo Padre indicó a los presos que "podemos orar junto con María, nuestra Madre, para que nos ayude y nos proteja" y continuó con el rezo del Ave María.