El diario italiano Avvenire informó que la policía de Sudán interroga a Meriam Ibrahim, la joven madre cristiana de 27 años cuya pena de muerte fue cancelada el lunes. Tras ser puesta en libertad ese día, fue arrestada otra vez el martes y luego dejada libre nuevamente. Ahora es acusada de falsificar los documentos con los que pensaba salir del país hacia Estados Unidos.
El abogado de la joven madre cristiana que había sido falsamente acusada de apostasía del Islam, Mohanad Mustafa, explicó que en este momento Meriam no está arrestada pero sí es interrogada para verificar la autenticidad del documento emitido por las autoridades de Sudán del Sur. Junto a la mujer está su esposo, Daniel Wani y los dos hijos de ambos.
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El encargado de asuntos de Sudán del Sur en la embajada de Kartum, Kau Nak, ha señalado que firmó personalmente el documento que de esa forma es válido para todos los efectos y ha lamentado que no haya sido contactado por las autoridades sudanesas.
El diplomático explicó que Meriam tenía derecho al citado documento de Sudán del Sur porque su esposo y sus hijos tienen esa ciudadanía.
La cadena BBC informa que Estados Unidos indicó que está colaborando con las autoridades sudanesas para asegurar que se le permita salir del país.
Daniel Wani también ha dicho estar "muy preocupado" por estos hechos y ha solicitado la intervención de Italia para desbloquear la situación de su esposa. Así lo indicó Antonella Napoli, presidente de Italians for Darfur, quien comentó que pudo hablar por teléfono con el esposo de Meriam.
Meriam, de 27 años, había sido condenada a muerte tras ser acusada de renunciar al Islam por tres personas que fraudulentamente aseguraron ser sus hermanos y su madre. La joven asegura ser cristiana y haber sido criada como tal por su verdadera y fallecida madre, luego de que su padre musulmán las abandonara cuando ella tenía solo 6 años.
Las autoridades islámicas la condenaron además a 100 latigazos por el delito de adulterio, pues su matrimonio con Daniel Wani no es reconocido como tal bajo la ley musulmana.
Tras ser advertida por un religioso musulmán del peligro para su vida y luego de habérsele ofrecido volver al Islam, Meriam aseguró que "soy cristiana y seguiré siendo cristiana".
En una de las visitas que realizó Daniel a la prisión, Meriam le dijo que "me rehúso a cambiar. No voy a renunciar al cristianismo solo para que pueda vivir. Sé que podría seguir viva convirtiéndome en musulmana y sería capaz de velar por nuestra familia, pero necesito ser honesta conmigo misma".