Más de un millón de niños en el mundo son víctima de trata de menores. "Una cifra que aumenta si se tienen en cuenta las adopciones ilegales, el tráfico de órganos y los matrimonios forzosos", explican desde Misiones Salesianas, la congregación que ha lanzado la campaña 'No estoy en venta', para concienciar sobre este problema en el mundo.
Con este documental los salesianos pretenden acercar la realidad dramática que los misioneros salesianos como Juan José Gómez, que trabaja con niños de la calle. "El tráfico surge como una tradición en la que las familias pobres de los poblados dejan a sus hijos que vayan con otras familias a las ciudades, para darles la posibilidad de un futuro mejor", explica el misionero a ACI Prensa y precisa que a lo largo del tiempo esa tradición ha ido degenerando y haciendo que no se cumplan los compromisos y muchos de esos chicos terminen en redes de tráfico de personas.
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El documental 'No estoy en venta' presenta las historias de Rachidi y Jules, dos niños de Benín que fueron vendidos y que cuentan cómo fueron explotados y maltratados. Además se presenta el trabajo que los salesianos realizan para recuperar a los niños traficados.
Según afirma Juan José Gómez, "en 2009 el bureau internacional de trabajo reportó que había un 3,5%, es decir, unos 664.000 niños económicamente explotados en Benín".
La prevención y sensibilización de la población es uno de los puntos principales en los que trabajan los Salesianos en Benín, pero también colaboran con las autoridades en la identificación de los traficantes y también se sitúan en zonas de frontera para localizar a los chicos y poder llevarlos a casas de acogida "donde favorecemos la autoestima del chico y si es posible, la reintegración en su familia", explica el salesiano director de la casa de acogida en Porto Novo, la capital de Benín.
"No es que no se quiera a los hijos sino que les falta información porque a veces las familias no saben dónde acaban sus hijos cuando son cedidos. Ellos lo hacen pensando que hacen un bien.
Pero además es importante que el gobierno tome conciencia que es más que aprobar leyes y concordatos, sino aplicarlos y que la sociedad también las aplique", explica Gómez.
Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones cada año se producen más de 600 millones de viajes turísticos internacionales. Un 20% de esos viajeros buscan sexo. El 3% confiesa tendencias pedófilas. Lo que supone más de tres millones de personas que viajan por el mundo buscando sexo con niños y niñas.
Por eso Gómez subraya que otro de los puntos en los que trabajan es en la concesión de microcréditos para que las familias más necesitadas puedan tener unos recursos mínimos que les permitan mantener a sus hijos y no verse obligados a cederlos con el riesgo de que sean explotados laboral o sexualmente.