En el sínodo de oriente que se celebró del 16 al 21 de junio en la localidad de Ain Traz en el Líbano, el Patriarca católico de Antioquía en Siria, Su Beatitud Gregorio III, denunció que en su país 91 iglesias han sido destruidas o dañadas, incluyendo 37 greco-melquitas (católicas).
Sobre Siria, Gregorio III dijo que "está en su cuarto año de crisis sangrienta, un verdadero Via Crucis para toda la nación, un país en el que la gente y las casas están devastadas. 91 iglesias han sido destruidas o dañadas, incluidas 37 católicas greco-melquitas".
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El Patriarca, señala el sitio web del Patriarcado católico greco-melquita, señaló luego que "Líbano está en crisis, la presidencia de la república está vacante, la amada Irak está nuevamente en medio de fuego y sangre. Esperamos que Egipto rápidamente recupere su estabilidad y seguridad con el nuevo presidente, a quien le expresamos nuestros mejores deseos para liderar a su país y logre la estabilidad y seguridad que necesitan".
El Prelado indicó que "nuestra Iglesia en Oriente y en la diáspora necesita mostrar solidaridad y estar presente para nuestros hermanos sirios y para nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia en Siria, ¡para que siga cumpliendo su rol de reconstruir las personas y las casas!"
Gregorios III alentó asimismo a no olvidar el "sufrimiento de nuestros hermanos en Tierra Santa y en el conflicto israelí-palestino que genera todas las crisis de la región. Le agradecemos al Papa Francisco su preocupación, sus exhortaciones y sus iniciativas por la paz en nuestra región y en cada uno de nuestros países".
"Hoy –aseguró– nuestra responsabilidad pastoral más grande está en conservar y mantener nuestra presencia y nuestro rol de ser sal y levadura siempre en esta nuestra tierra, para testimoniar en esta tierra en la que Dios nos ha puesto, pese a las crisis, guerras, el fundamentalismo y el rechazo de otros. A cada uno de nuestros hijos debemos decirles: '¡No se vayan! ¡Esperen! ¡Resistan! Sí, son un pequeño rebaño pero tienen un gran papel".