La hermana Bernarda Seitz, conocida por sus programas de cocina en televisión a través de los cuales evangelizaba, falleció a los 86 años de edad este lunes tras haber sufrido un accidente cerebro-vascular la semana pasada en Argentina.
La noticia fue confirmada por el Obispo de Quilmes, Mons. Carlos Tissera, quien emitió un comunicado en el que da "gracias a Dios por la vida fecunda" de la mujer que supo transmitir los valores evangélicos a través de sus libros y programas de televisión.
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"Le pedimos a Él que la reciba en su casa y acompañe a sus hermanas, su familia y amigos en este momento de dolor", dijo el Prelado.
El velatorio de la religiosa se realizó en la capilla de la comunidad religiosa, ubicada en avenida Calchaquí 1501, de la ciudad de Quilmes, hasta las 8 de este martes 17 de junio. Al mediodía estaba prevista una misa exequial.
María Bernarda Seitz nació el 19 de junio de 1927 en la provincia de La Pampa. Pertenecía a la orden de las Hermanas de la Santa Cruz, y seguía dando clases de cocina en la capilla de los Dolores en Quilmes.
En el año 2000 saltó a la fama gracias a su sencillo programa Dulces Tentaciones en el canal de cable Elgourmet.com donde no poseía escenografía, sino que enseñaba sus recetas desde la cocina del propio convento donde vivía. Su programa se convirtió en un éxito de audiencia y era repetido tres veces al día.
En 2003 su libro más conocido "Hermana Bernarda 100 recetas: cocina y meditación" logró estar entre los superventas de la Argentina, siendo uno de los 4 libros más vendidos del país. Tiempo después llegó a la televisión de aire, donde condujo su propio programa en América 2.
Gracias a sus éxitos televisivos Elgourmet.com le propuso hacer Saladas Tentaciones, la segunda versión de su programa original Dulces Tentaciones.
Fue autora de libros de cocina y condujo programas de televisión en donde enseñaba a preparar comidas típicas alemanas de manera sencilla y maximizando el aprovechamiento de los recursos.
En sus programas se refería siempre a Dios y compartía su visión del mundo con los televidentes en un marco ameno, de escenografía austera y sin perder su acento alemán.