Durante el encuentro con la Comunidad San Egidio, el Papa Francisco llamó a no aceptar la cultura del descarte que ha puesto al "ídolo dinero" como centro de la economía mundial en desmedro de niños y ancianos porque "no producen", y que no tolera la palabra cristiana "solidaridad" porque esta invita a ser familia de los pobres y enfermos.
Ayer, durante la visita al barrio romano de Trastevere, el Santo Padre recordó que la calidad de una sociedad se ve en cómo trata a los ancianos y a los niños, quienes, junto a los jóvenes, son esenciales para el futuro de un país; los primeros "con su fuerza biológica" y las personas mayores conservando la memoria de los pueblos.
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Sin embargo, advirtió que en el mundo actual se ha instalado una "cultura del descarte".
"Para mantener un equilibrio, así, en el cual en el centro de la economía mundial no hay un hombre y una mujer, sino el 'ídolo dinero', es necesario descartar cosas. Se descartan los niños: nada de niños. Pensemos solamente en la tasa de crecimiento de los niños en Europa: en Italia, España, Francia ... Y se descartan los ancianos, con actitudes detrás de las cuales hay una eutanasia escondida, una forma de eutanasia", denunció.
"No sirven, y lo que no sirve se descarta. Aquello que no produce se descarta. Y ahora la crisis es tan grande que se descartan los jóvenes: cuando pensamos en estos 75 millones de jóvenes de 25 años y menores, que son 'ni-ni': ni trabajan ni estudian", expresó.
El Papa, que alentó a los miembros de San Egidio a seguir alimentándose de la oración y la Palabra de Dios para continuar su labor por los más necesitados, afirmó que ayudando a los pobres y ancianos "se comienza a cambiar la sociedad".
"Jesús dice de sí mismo: 'La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular'. También los pobres son de alguna manera 'piedra angular' para la construcción de la sociedad. Hoy, lamentablemente, una economía especulativa hace que sean cada vez más pobres, privándolos de lo esencial, como la casa y el trabajo".
"¡Es inaceptable! Quien vive la solidaridad no lo acepta y actúa. Y a esta palabra 'solidaridad' muchos quieren quitarla del diccionario, porque a una 'cierta cultura' les parece una mala palabra. ¡No! Es una palabra cristiana, ¡la solidaridad! Y por ello ustedes son familia de quienes no tienen hogar, amigos de las personas con discapacidad, que expresan - si amados - tanta humanidad", expresó.
En su discurso, el Santo Padre también agradeció a los miembros de San Egidio su trabajo con los pobres y ancianos, y los invitó a seguir contribuyendo con "la amistad entre las religiones" y el diálogo por la paz.