Cuatro ladrones desistieron de su intento de asaltar a un transeúnte en una calle del barrio de Liniers, en Buenos Aires (Argentina), al enterarse que su víctima era un sacerdote católico.
Según reporta el diario argentino Clarín, cuatro delincuentes interceptaron al P. Adolfo Granillo Ocampo cuando paseaba a su perro, "algo que suelo hacer habitualmente. De repente, en la esquina aparecieron cuatro chicos en dos motos de contramano y me rodearon".
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"¡Dame todo, dame la billetera o te pego un tiro!", le gritó uno de los asaltantes.
Mientras otro de los malhechores palpaba sus bolsillos, el P. Adolfo se presentó: "yo soy el cura…".
El presbítero llevaba un sobretodo y una bufanda, por lo que los delincuentes no habían podido ver previamente que debajo tenía la vestimenta sacerdotal.
En cuanto se dieron cuenta que era verdad lo que decía el P. Adolfo, los delincuentes desistieron de su intento, pidieron disculpas y se marcharon sin llevarse nada.
El P. Granillo Ocampo, por su parte, continuó el paseo de su mascota para luego irse a dormir.
El sacerdote tiene una clara explicación para lo que pasó: "Evidentemente, así como no le robarían a sus padres, hay algo que los llevó a ver que tampoco pueden robarle a un sacerdote".
El intento de atraco se produjo el 6 de junio. "Yo estaba bastante perplejo, porque la verdad es que nunca me habían robado en la vida. Lo miré al chico y le dije eso. Y se ve que, al menos, eran creyentes", dijo el presbítero.
El P. Granillo Ocampo aseguró que "no tuve miedo en ese momento y tampoco lo tengo ahora, decidí seguir haciendo mis cosas como suelo hacerlo todos los días".
"Seguramente estos chicos tienen realidades complejas como las que solemos atender en la parroquia y eso los hizo reflexionar. Soy consciente de que hay mucha gente que sufre las consecuencias de la inseguridad, pero tengo que decir que después de esto me esforcé por continuar con mi rutina de trabajo", dijo.