El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, participó en la conmemoración del 25° aniversario de las relaciones diplomáticas entre Polonia y la Santa Sede, donde señaló que es urgente que la sociedad moderna reconozca como negativa la discriminación religiosa y la neutralice en el futuro.
Desde Varsovia (Polonia), el Purpurado dijo que estos 25 años "han sido un periodo interesante y creativo", emprendido a raíz de cambios políticos radicales en la nación polaca –cuna de San Juan Pablo II–, que nacieron del amor a la libertad y a la solidaridad.
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En ese sentido, señaló que "el respeto pleno del derecho a la libertad religiosa es garante de la paz social y criterio fundamental para evaluar en qué medida se respetan los otros derechos humanos".
Sin embargo, según Radio Vaticana, el Cardenal dijo que en la sociedad moderna no se ha logrado poner fin aún a todas las formas de violación de la libertad religiosa, a todas las manifestaciones de intolerancia, de discriminación y de violencia perpetrada en contra de los que profesan un credo religioso o incluso impulsado por pretextos religiosos.
"Nuestro mundo no es aún ideal y es urgente que tales fenómenos se perciban y juzguen explícitamente como negativos, inaceptables y sean neutralizados en el futuro", expresó.
Durante su visita a Polonia, el Cardenal Parolin también celebró la Misa de acción de gracias en el Santuario de la Divina Providencia, en Varsovia, el 1 de junio.
En su homilía, el Purpurado dijo que como Jesús, también las victorias de los polacos llegaron a través de la Cruz. Además, los alentó a no tener miedo y a encomendarse a San Juan Pablo II, sobre todo ante problemas como el desempleo, la emigración, el temor por el futuro y la cultura de la precariedad, que ponen en tela de juicio las bases de las familias.