Once organizaciones laicistas en Mendoza (Argentina) ejercieron presión contra la Suprema Corte de Justicia para evitar que se celebre la entronización de la imagen de Jesús Misericordioso en la sede judicial, programada para el 29 de mayo.
Según informó la prensa local, un grupo de religiosas donó la imagen de Jesús Misericordioso a la Suprema Corte de Justicia, por lo que se organizó su entronización en un salón del edificio para el mediodía del 29 de mayo, a la que se invitó al Arzobispo de Mendoza, Mons. Carlos María Franzini.
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En un comunicado emitido el 27 de mayo, 11 organizaciones laicistas argentinas expresaron su "enérgico repudio" a la ceremonia de entronización, y señalaron que su rechazo obedece a la "defensa de la laicidad del Estado provincial, principio básico de la convivencia democrática y pluralista".
El manifiesto calificó como una "práctica anacrónica que remite a los años más sombríos y dolorosos de nuestra historia" la exhibición "de íconos o símbolos religiosos en las sedes de los poderes del Estado, dependencias oficiales y espacios públicos".
Los laicistas amenazaron además con realizar una manifestación en el exterior del edificio, en caso se mantenga "firme la realización de la controvertida ceremonia".
Tras la recepción del documento, la Suprema Corte de Justicia de Mendoza decidió cancelar la entronización de Jesús Misericordioso.
En contacto con ACI Prensa el 30 de mayo, el presidente de la plataforma ArgentinosAlerta, defensora de la libertad religiosa en el país, lamentó que la presión ejercida por los laicistas "no nos sorprende, ya que quienes observamos y participamos habitualmente en esta lucha sabemos que la pretendida neutralidad de los movimientos que se autoproclaman laicistas no es lo que pretende ser sino un simple y llano anticatolicismo".
"Los abogados que participan en estos reclamos anticatólicos pretenden afirmar que el gobierno argentino no tiene religión oficial tergiversando el significado de la palabra 'sostiene' utilizada por la Constitución Argentina cuando afirma que 'El Gobierno federal sostiene el culto católico, apostólico, romano' y afirma que sostener tiene un sentido económico y el gobierno se obliga a financiar a la Iglesia Católica Argentina".
"Según estos movimientos, conformados mayormente por ateos militantes –continuó Cattaneo–, la Iglesia Católica no es la religión oficial Argentina".
"Sin embargo lo más importante aquí no es lo que afirma la Constitución, que ya es bastante clara, sino el innegable origen católico de la Nación Argentina. Basta con dar una mirada a un mapa de la Argentina para encontrarse con provincias tales como: 'San Juan', 'San Luis', 'Santa Fe', 'Santa Cruz', o recorrer un poco la Historia Argentina para advertir que el nombre histórico de la que ahora se llama CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) no es otro que 'Santa María de los Buenos Aires'".
Cattaneo destacó con ironía que los grupos laicistas lleven nombres como "Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, delegación San Rafael" y que "uno de los comunicados emitidos por la APDH San Rafael para rechazar la imagen de Jesús Misericordioso lleva la firma de 'María de Luján Piñeyro'".
"Según parece los anticatólicos no pueden siquiera quitar, de sus propios nombres, el nombre de la Santísima Virgen, en su advocación de Luján que es la patrona de Argentina".
El presidente de ArgentinosAlerta advirtió que "los argentinos deberíamos si preocuparnos de que nuestros dirigentes y gobernantes no sepan defender los derechos de la población argentina que mayoritariamente es católica y hagan caso a minúsculos grupos ateos solo porque tienen una gran repercusión en los medios de comunicación".
"No me canso de repetir que estas cosas suceden porque los católicos no participamos en política, porque tendemos a ver a la política como algo sucio, y no hacemos caso al derecho/deber que tenemos de participar en la toma de decisiones para el bien de la sociedad y de la Iglesia", concluyó.