El Papa Francisco llegó a Tel Aviv (Israel), procedente de Belén en Palestina, y pronunció un discurso en la ceremonia de bienvenida luego de las palabras de las autoridades locales, ante quienes expresó su deseo que los israelíes y palestinos puedan vivir en paz, reconociendo el derecho de estos últimos a una patria soberana.
El Papa inició su discurso afirmando que "como saben, vengo como peregrino 50 años después del histórico viaje del Papa Pablo VI. Desde entonces han cambiado muchas cosas entre la Santa Sede y el Estado de Israel: las relaciones diplomáticas, que desde hace 20 años se han establecido entre nosotros, han favorecido cada vez más intercambios buenos y cordiales, como atestiguan los dos Acuerdos ya firmados y ratificados y el que se está fraguando en estos momentos".
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El Santo Padre resaltó que "todos sabemos que la necesidad de la paz es urgente, no sólo para Israel, sino para toda la región" por lo que instó a "que se redoblen, por tanto, los esfuerzos y las energías para alcanzar una resolución justa y duradera de los conflictos que han causado tantos sufrimientos".
"Junto a todos los hombres de buena voluntad, suplico a cuantos están investidos de responsabilidad que no dejen nada por intentar en la búsqueda de soluciones justas a las complejas dificultades, de modo que israelíes y palestinos puedan vivir en paz".
El Papa aseguró asimismo que "es necesario retomar siempre con audacia y sin cansarse el camino del diálogo, de la reconciliación y de la paz. No hay otro camino. Así pues, renuevo el llamamiento que Benedicto XVI hizo en este lugar: que sea universalmente reconocido que el Estado de Israel tiene derecho a existir y a gozar de paz y seguridad dentro de unas fronteras internacionalmente reconocidas".
"Que se reconozca igualmente que el pueblo palestino tiene derecho a una patria soberana, a vivir con dignidad y a desplazarse libremente. Que la 'solución de los dos Estados' se convierta en una realidad y no se quede en un sueño", destacó.
El Papa Francisco explicó que "tras las huellas de mis Predecesores, he llegado como peregrino a Tierra Santa, escenario de una historia plurimilenaria y de los principales acontecimientos relacionados con el nacimiento y el desarrollo de las tres grandes religiones monoteístas, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam; por eso, es un punto de referencia espiritual para gran parte de la humanidad".
"Deseo que esta Tierra bendita sea un lugar en el que no haya espacio alguno para quien, instrumentalizando y exasperando el valor de su pertenencia religiosa, se vuelve intolerante o violento con la ajena", indicó.
Como dijo en la Misa en la Plaza del Pesebre de Belén en Palestina, el Santo Padre reiteró su invitación, que ya ha sido aceptada por ambos líderes, para que quienes guían los destinos de Palestina e Israel recen junto a él por la paz: "Deseo hacerle una invitación a usted señor presidente y al señor presidente de Palestina Mahmoud Amas para rezar por la paz".
"Ofrezco mi casa en el Vaticano para acoger este encuentro de oración. Tantas personas construyen la paz con gestos pequeños. Muchos sufren y soportan pacientemente tantos intentos de construirla, y todos, especialmente aquellos que se han puesto al servicio de sus propios pueblos, tenemos el deber de hacernos instrumentos y constructores de paz, ante todo, a través de la oración".
El Papa dijo finalmente que "construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento. Todos los hombres y mujeres de esta tierra, en el mundo entero, nos piden que llevemos delante de Dios su ardiente aspiración por la paz"
Para leer el discurso completo, ingrese a: http://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-discurso-del-papa-francisco-en-la-ceremonia-de-bienvenida-en-tel-aviv-israel-62117/