El Papa Francisco almorzará con un grupo de familias cristianas que sufren por razones políticas y humanitarias. El encuentro será el domingo 25 de mayo durante su visita a Belén, ciudad situada en los Territorios Palestinos y afligida por una delicada situación con el estado de Israel.
"No se ha elegido a personas en base a los que no tienen pan para comer o que viven en la calle, sino que nuestros pobres son personas que sufren por razones humanitarias, políticas, sociales", explicó el Obispo auxiliar de Jerusalén (Israel), Mons. William Hanna Shomali, en una entrevista publicada por el sitio web del Patriarcado Latino de Jerusalén.
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"Hemos contactado a los párrocos y escuchado a muchas personas. Muchos laicos han propuesto nombres. Hemos discutidos juntos y al final concordamos en una lista final. Muchos hubieran querido estar seleccionados, pero por desgracia no era posible contentar a todos. ¡Ha sido una elección dolorosa!", recalcó.
El Papa Francisco visitará Tierra Santa del 24 al 26 de mayo y durante su viaje se detendrá en Jordania, los Territorios Palestinos e Israel.
Una de las familias que almorzará con el Papa proviene de Ikrit, un pueblo de la alta Galilea, que en 1948 fue evacuado por el ejército israelí y destruido. Solo una iglesia se mantuvo en pie. Desde entonces, los habitantes árabe-cristianos no han podido volver a sus países.
Otra familia es una de las 58 que tienen un terreno en las zonas de Cremisan, en Beit Jala. Según el trazado previsto del muro de separación decidido por Israel, estos terrenos quedaron al otro lado del muro, haciéndose inaccesible a los propietarios.
Una tercera familia representará a la categoría de los matrimonios que pidieron un reencuentro familiar, ya que la normativa israelí dificulta la residencia permanente en Jerusalén a los cónyuges palestinos: Un cónyuge es de Jerusalén y otro de los Territorios Palestinos.
Además, hay una familia con un hijo condenado a cadena perpetua, otra con un hijo exiliado en Gaza por razones políticas, y se espera la llegada de una familia desde la Franja "que es una gran prisión", según denunció Mons. Shomali.
La elección de las personas que almorzarán junto al Papa Francisco dependió de la asamblea de los ordinarios de Tierra Santa, quienes fijaron unos criterios de 'categorías' de precariedad. Cada familia elegida representará una problemática básica en la zona. Serán grupos familiares compuestos por padre, madre e hijos, y donde falte un cónyuge, éste será sustituido por un pariente próximo.
"El Papa Francisco –continuó-, quiere pasar un poco de su tiempo con las familias pobres de Belén y con sus niños para escuchar sus voces, hacer sentir su cercanía y su ternura. Él no ha querido comer con los cardenales, obispos, o los políticos, sino con las familias pobres. Se ha necesitado tiempo para entender las razones de este gesto. Esto hace al Papa realmente admirable: como Jesús, quiere estar cerca de los pobres".
Las familias nutren un grupo de 20 personas que se sentarán junto al Papa Francisco en la Casa Nova de Belén, regido por los frailes franciscanos. Está previsto que el almuerzo tenga una hora de duración, y que los comensales expongan sus problemas al Pontífice.
Para una correcta comunicación se contará con el apoyo de un fraile argentino especializado en la traducción del árabe; además, algunos de los familiares dominan idiomas como el español y el italiano, lenguas conocidas a la perfección por el Santo Padre.
"Con este gesto –subrayó Mons. Shomali-, el Papa Francisco da una lección a los obispos y los sacerdotes. Debemos estar cerca del sufrimiento del pueblo de Dios y no vivir aislados en nuestras casas. El Papa ha dicho siempre que salgamos hacia los demás, a buscar a las ovejas y no esperar que ellas busquen a su pastor".
"Es un gran ejemplo para nosotros. Al Papa no le alcanza el tiempo para ver todas las pobrezas de Tierra Santa, encontrará solo a cinco familias, y nos dará un empuje para que continuemos", concluyó.