En medio del debate que se instaló en Chile sobre la despenalización del aborto y leyes anti familia, Mons. Galo Fernández, nuevo Obispo Auxiliar de Santiago, recordó que "la defensa de la vida y de la familia es una tarea a la que no vamos a renunciar sea cual fuera el ordenamiento jurídico en que nos toque vivir".
En entrevista con ACI Prensa, Mons. Fernández, uno de los últimos Obispos nombrados por el Papa Francisco para Chile, dijo que "el mensaje de vida que hemos recibido no podemos callarlo ni omitirlo de ningún modo", y que "sin temor alguno debemos anunciar el evangelio de la vida y de la familia que es un bien para la humanidad".
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Enfatizó que "en todo momento debemos realizar esta misión sin caer en descalificaciones y mucho menos en ofensas respecto de quienes piensan distinto", y que "aún en medio de circunstancias amenazantes nunca debemos perder la confianza en el triunfo definitivo.
Destacó en esta tarea la virtud de la mansedumbre que "nos habla del corazón de Jesús", y que "nos señala un camino de fidelidad y perseverancia, de búsqueda del diálogo con quienes piensan distinto, todavía más de amor a quienes en esta materia se presentan como adversarios o enemigos".
Mons. Fernández fue ordenado Obispo el sábado 10 de mayo por el Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago.
El Prelado consideró este nuevo ministerio como "gracia y misión", y dijo que "en la Iglesia un ministerio no puede ser considerado como un logro personal o una meta. Por el contrario, se trata de un punto de partida, de un llamado para realizar una misión que se nos otorga por pura gracia".
En los últimos años, se desempeñó como Vicario de la Zona Oeste (uno de los sectores de Santiago) y sobre este tiempo expresó que "el Señor me ha regalado vivir el ministerio sacerdotal en un contacto muy cercano con las comunidades parroquiales y, muy especialmente con los jóvenes. Por cierto que deseo continuar por esa ruta".
Agregó que "el Papa Francisco nos pide ser 'Pastores con olor a oveja'. Yo lo entiendo en una doble perspectiva; por una parte que no olvide jamás que en primer lugar también soy oveja y que sólo Él es el Buen Pastor. Quienes hemos recibido la plenitud del ministerio pastoral, debemos ante todo cultivar un corazón dócil a sus inspiraciones, un corazón que busque en todo la voluntad de Dios. Y por otra parte, este "olor a oveja" se adquiere por el contacto cotidiano con la gente corriente. Pienso que el Papa quiere que gastemos gustosos nuestro tiempo junto al pueblo, escuchándolos con el corazón atento, compartiendo sus experiencias más cotidianas de modo que el anuncio del evangelio no se realice desconectado de la realidad en que ellos viven".
"Llevamos este tesoro en vasijas de barros" es el lema episcopal del nuevo Obispo. Respecto a esto dijo que "esta sentencia paulina me interpreta plenamente y pienso que expresa un camino de evangelización en un tiempo de dolorosos cuestionamientos a la Iglesia. Como dice San Pablo: 'no nos predicamos a nosotros mismos sino a Cristo Jesús como Señor' (2 Cor 7,5). Con dolor soy testigo de cuanta personas de buena voluntad se han dejado arrastrar por las graves faltas que han cometido hermanos en la fe y en el ministerio. Lamentablemente desechando el envase pierden el tesoro del conocimiento de Cristo".
"Tengo plena conciencia de que la misión supera mis capacidades, pero tengo al mismo tiempo la confianza de que no me faltará la ayuda de la gracia", agregó el Obispo.