El Comité de la Convención contra la Tortura (CAT), reconoció en un avance de sus observaciones finales "los esfuerzos y buena fe" de la Iglesia para prevenir los abusos sexuales e indicó que no se consideran como tortura los esfuerzos que ella realiza para proteger a los no nacidos, informó este viernes la Santa Sede.
En una nota, el Vaticano informó que este avance es relativo al Informe Inicial que la Santa Sede presentó a principios de mayo.
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"El Comité reconoce que la Santa Sede ha puesto en marcha reformas serias y sustanciales de sus procedimientos para permitir el desarrollo de los principios y objetivos de la CAT. Las observaciones finales contemplan ampliamente los esfuerzos y la buena fe de la Santa Sede para prevenir los abusos sexuales y para compensar y facilitar el cuidado de las víctimas de abusos sexuales", informó el Vaticano.
Asimismo, "en el informe se destaca que el Comité no encuentra que la Santa Sede haya violado la CAT y se reconoce que la Santa Sede y las diócesis católicas y órdenes religiosas se han esforzado para prevenir el abuso sexual".
"El Comité aprecia el diálogo franco y constructivo con la delegación de la Santa Sede y observa que muchas diócesis católicas y órdenes religiosas han establecido acuerdos financieros con las víctimas de abusos sexuales".
"Por último –indicó la Santa Sede-, en las conclusiones no se considera que los esfuerzos de la Iglesia para proteger a los no nacidos sean formas de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes según la CAT, y que, por lo tanto, se salvaguarda también el derecho humano fundamental a la libertad de religión y de opinión y la protección y promoción de la vida humana".