El sábado 24 de mayo, el Arzobispo de Miami (Estados Unidos), Mons. Thomas Wenski, ordenará sacerdotes a dos diáconos argentinos, Matías Hualpa e Iván Maximiliano Rodríguez, oriundos de San Juan y Tucumán, respectivamente. Los nuevos presbíteros estarán dedicados a las necesidades pastorales de la arquidiócesis.
El diácono Matías Hualpa tiene 40 años. Como ingeniero de sistemas de la firma American Express se trasladó al sur del estado de Florida en 2003, y según él, ha sido "la Madre Santísima" quien lo llevó al sacerdocio.
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Hualpa afirmó en una entrevista al periódico arquidiocesano que hasta hace una década era simplemente un "católico dominical", y que nunca había ido a una escuela confesional, por lo que el seminario fue "la primera escuela católica" a la que asistió. También tenía un plan para su vida: "Quería casarme y tener hijos, así que la vocación sacerdotal fue una sorpresa para mí".
Durante el último año que vivió en la Argentina, trabajando en Buenos Aires, se relacionó más profundamente con el Movimiento Apostólico de Schoenstatt. "Me gustó la espiritualidad del movimiento" dijo.
Al llegar a Miami, contactó a gente del movimiento y comenzó a colaborar con los grupos juveniles. Durante una Semana Santa en la que acompañó a un grupo a Texas, un sacerdote le preguntó: "¿Alguna vez consideraste el sacerdocio?" Hualpa le contestó que no y el sacerdote le dijo: "Piénsalo".
En ese momento la compañía en la que trabajaba se estaba reorganizando y pensó que si lo echaban sería más fácil entrar al seminario. Sin embargo, le ofrecieron una promoción, la residencia en los Estados Unidos y la posibilidad de trabajar desde su casa.
"Era lo que pedía –señaló–. En ese momento me di cuenta de que Dios me estaba mostrando que todavía tenía libertad para elegir, que el sacerdocio no era una opción por defecto". Finalmente declinó la oferta y entró al seminario San Juan Vianney.
Pasó al seminario regional San Vicente de Paul, en Boynton Beach, e hizo una experiencia pastoral en la parroquia San Gregorio Magno, en Plantation, y asistió durante un año como diácono en la parroquia san Andrés de Coral Springs. Una vez ordenado se desempeñará como vicario parroquial en la parroquia santo Tomás Apóstol, en Miami.
El diácono Iván Maximiliano Rodríguez será el segundo sacerdote del seminario Redemptoris Mater de Miami en ser ordenado. Nació en San Miguel de Tucumán el 6 de agosto de 1984. Aunque estudió en una escuela católica durante seis años, el diácono se describe como un "católico en los papeles, pero no en la práctica". Hasta que en 1995 su madre se sumó a la comunidad del Camino Neocatecumenal de la parroquia y él se unió junto con el resto de la familia.
Con este movimiento, el diácono Rodríguez comenzó a entender la importancia de la misa, de los sacramentos y de la Iglesia como comunidad. Sin embargo, el sacerdocio no estaba en sus planes. "Jugaba al fútbol en un equipo profesional" dijo. Si no lograba jugar en primera división, su plan era convertirse en profesor de historia. Pero entonces conoció a un sacerdote italiano neocatecumenal y decidió dejarlo todo para anunciar la Buena Noticia.
Recuerda el día exacto, el 3 de agosto de 1998, cuando sintió "el dedo de Dios" en su vida. "Yo venía del mundo. Hice muchas cosas. Pero sentí a Dios llamándome a hacer algo más grande que mis planes", dijo.
Cuando terminó la secundaria en 2002, ese llamado se convirtió en vocación al sacerdocio. Participó en una experiencia misionera durante dos años visitando hospitales y golpeando puertas para anunciar el Evangelio. En 2005, al término de un retiro junto con otros jóvenes neocatecumenales en Italia, se puso de pie para "ir a cualquier parte del mundo a ser un sacerdote misionero".
Así llegó en el año 2005 al seminario Redemptoris Mater, de la arquidiócesis de Denver, en Colorado, y luego fue trasladado a la nueva sede de la escuela de formación, en Miami. Desde entonces reside en Hialeah, en la parroquia Santa Cecilia.
Durante su año como diácono asistió en la parroquia San Patricio, de Miami Beach, donde encontró terreno fértil. Recientemente participó en una misión en Lincoln Road, una zona turística y de entretenimiento en la playa de Miami.
"Si fui tocado por el anuncio del Evangelio, creo que puedo ayudar a que otras personas también sean tocadas con este anuncio," explicó. "Mi vocación es ir adonde me manden. Tengo la valija lista". Ahora se desempeñará como vicario en la parroquia San Juan Apóstol, de Hialeah.