El Arzobispo de Seúl, Mons. Andrew Yeom Soo-jung, se convirtió hoy en el primer Cardenal católico que pisa territorio de Corea del Norte, en un ambiente marcado por la tensión entre ambos países y a pocos meses de la visita en agosto del Papa Francisco a Corea del Sur en ocasión de la Jornada Asiática de la Juventud.
El Prelado de 70 años cruzó la frontera esta mañana tras recibir el visto bueno de Pyongyang y Seúl para reunirse con trabajadores católicos surcoreanos del polígono industrial de Kaesong, único proyecto conjunto vigente entre las dos Coreas, informó a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl.
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Se trata de la primera vez que un Cardenal de Corea del Sur, donde el catolicismo es la tercera religión más practicada, viaja al vecino país comunista, caracterizado por la ausencia casi total de otro culto que no sea a los líderes de la dinastía Kim.
El cardenal también tenía previsto encontrarse con directivos de las fábricas surcoreanas y funcionarios de Seúl en Kaesong, además de recorrer las instalaciones antes de cruzar la frontera de vuelta al Sur, según la agencia de noticias Yonhap que citó a un portavoz de la Arquidiócesis de Seúl.
En Corea del Sur hay más de 5 millones de católicos (un 10,9 por ciento de la población) que ocupan el tercer lugar tras budistas y protestantes en un país de 50 millones de habitantes de los que casi la mitad son agnósticos o ateos, según las últimas estadísticas oficiales de 2005.
En Corea del Norte la Constitución garantiza la libertad de culto y existen algunas iglesias supervisadas por el Estado, pero los refugiados que escapan de este país aseguran que el régimen reprime duramente cualquier tipo de práctica religiosa.