El Papa Francisco recibió este lunes a los obispos mexicanos en visita ad limina y les agradeció por su cercanía con la población en medio de problemas graves como el narcotráfico, las migraciones y sicariato; y los alentó a seguir orando y confiar en la Virgen María, que "no los va a dejar solos frente a tantos problemas".
Luego de las palabras del Presidente del Episcopado Mexicano, Cardenal José Francisco Robles Ortega, el Santo Padre agradeció la cercanía de los obispos con el Sucesor de Pedro y afirmó que "aprendí mucho de lo que me iban diciendo".
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"Me quedaron preocupaciones serias de las Iglesias de ustedes, algunas sufren mucho los problemas que el Señor Cardenal acaba de mencionar. Son problemas serios, pero veo que las Iglesias de ustedes están como consolidadas sobre un cimiento muy fuerte. En ustedes parece que es más fuerte la Madre del Señor... Y eso es muy importante, ¡muy importante! María no los va a dejar solos frente a tantos problemas dolorosos", señaló el Papa en sus palabras introductorias, previas a la entrega del discurso completo a los obispos mexicanos.
Francisco se refirió al problema de las migraciones, a las personas que mueren en su intento de cruzar la frontera, así como los "hijos que mueren, muertos por sicarios alquilados". También expresó su preocupación por el "problema serio de la droga".
"Y ustedes con su pueblo siempre, por eso, la única recomendación que yo les diría es ésta, de corazón, –las escritas son también de corazón, pero esta es más de corazón –: la doble trascendencia. Trascender, en la oración al Señor. ¡No dejen la oración!, ese negociar con Dios del Obispo por su pueblo. No lo dejen. Y la segunda trascendencia: cercanía con su pueblo. Esas dos cosas. Adelante, y con esa doble tensión, adelante. Y recen por mí que yo rezo por ustedes y muchas gracias", culminó el Santo Padre.