El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE), P. José María Gil Tamayo, envió una carta de condolencia por la muerte de cinco menores del equipo de fútbol de Monterrubio de la Serena en el accidente de tráfico del jueves en la carretera de Castuera a Puerto Hurraco, y expresó la cercanía de los obispos españoles a los heridos y familiares.
El siniestro tuvo lugar el pasado jueves en Badajoz (España), cuando un microbus escolar fue arrollado por una excavadora, el conductor de ésta estaba bajo los efectos de las drogas. Los cinco chicos fallecidos tenían entre 15 y 13 años y fueron enterrados el pasado sábado. Otros 13 ocupantes del autobús, tres adultos y diez menores también resultaron heridos, algunos de ellos todavía siguen ingresados en el hospital.
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El texto del P. Gil Tamayo fue enviado al Arzobispo de Mérida-Badajoz, Mons. Santiago García Aracil, y al párroco de Nuestra Señora de la Consolación en la localidad de Monterrubio de la Serena –Badajoz, el P. Máximo Martín Corvillo, así como un telegrama al Presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago Terraza.
"Pido a Dios por el eterno descanso de los fallecidos, por la satisfactoria recuperación de los heridos y por el consuelo de los familiares", precisó en la carta. El Secretario General de la CEE también pidió la intercesión de la Santísima Virgen de la Consolación, patrona de Monterrubio de la Serena, para que "otorgue a todos su paz y serenidad en estos trágicos momentos".
El presunto causante del accidente ha ingresado en prisión provisional sin fianza ya que se le imputan siete delitos, cinco por homicidio imprudente, uno por lesiones graves y otro contra la seguridad del tráfico. El conductor había consumido cocaína y hachís por lo que también podría responder ante un delito de consumo de drogas.