El médico y político católico Raúl Cantella Salaverry falleció en una clínica de Lima (Perú) la tarde de ayer, a las pocas horas de ser internado de urgencia.
Raúl Cantella, quien se desempeñaba actualmente como alcalde del distrito limeño de San Isidro, fue Presidente de la Asociación Nacional de Médicos Católicos y miembro destacado de la Comisión de Familia de la Conferencia Episcopal Peruana.
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Cantella durante su vida recibió diversos reconocimientos, como el Premio Honorífico concedido por el Papa Juan Pablo II con la orden de Comendador de la Orden de San Silvestre.
Recibió también recibió el Primer Premio Nacional de Medicina, de la Fundación Instituto Hipólito Unanue, y el Primer Premio Nacional de Medicina Sandoz.
En declaraciones a ACI Prensa, Maíta García Trovato, médico psiquiatra e integrante de la Asociación Nacional de Médicos Católicos, recordó que cuando Cantella era Presidente de la Asociación, tanto él como ella "fuimos amenazados con suspensión del ejercicio profesional por denunciar el contenido de gonadotrofina coriónica adicionado a la vacuna antitetánica que se estaba poniendo a todas las niñas con carácter de obligatoria... mientras yo estaba en México tratando de hacer analizar las muestras, él se enfrentaba al poder de turno".
"Cuando le preguntaron cómo lo iba a hacer sin contar con abogado, contestó: 'tengo el mejor, Dios'. Ese era Raúl Cantella. Ya debe estar en la Gloria", aseguró.
Por su parte, el Arzobispo Metropolitano de Piura (Perú) y Presidente de la Comisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Mons. José Antonio Eguren, señaló que Raúl Cantella "fue un hombre muy comprometido con la defensa y la promoción de la familia y la vida".
"Su ejemplo nos inspira a todos a asumir hoy de manera generosa este compromiso, sobre todo en las actuales circunstancias en que la institución familiar y la vida naciente están tan amenazadas en nuestro país".
Cantella, dijo el Arzobispo peruano, "como buen médico católico no tuvo miedo a la hora de hablar y actuar frente a la cultura de la muerte, como cuando por ejemplo, señaló a la promiscuidad como la gran causa de la proliferación del Sida; o el potencial efecto abortivo de la Píldora el Día Siguiente".
"Tengo la confianza que hemos ganado un intercesor con su partida de entre nosotros", aseguró.