El director del Centro de Bioética de Argentina, Jorge Nicolás Lafferriere, Doctor en Ciencias Jurídicas, advirtió que la industria de la manipulación de embriones humanos se expande aprovechándose de "las buenas intenciones de las personas".
En declaraciones a ACI Prensa, el Dr. Jorge Nicolás Lafferriere indicó que "la 'industria biotecnológica' se expande, sobre todo a partir de un aprovechamiento de las buenas intenciones de las personas. Además, en nuestro tiempo las técnicas ya no sólo apuntan a los casos de 'infertilidad' sino que directamente se dirigen a satisfacer el 'deseo reproductivo', lo que engendra nuevos problemas éticos y jurídicos".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Si bien advirtió que actualmente se viene realizando "operación de prensa para forzar una legislación sobre fecundación artificial", Argentina "posee una larga tradición de defensa de la vida por nacer".
"Ya desde su Código Civil en 1870 se reconocía que la persona humana comienza desde la concepción", indicó.
Lafferriere señaló que "con la irrupción de las técnicas de fecundación artificial y la manipulación extracorpórea de embriones surgen nuevos problemas jurídicos porque las técnicas se realizan casi sin restricciones y conllevan problemas jurídicos".
Estos problemas jurídicos, explicó, se refieren a "vulnerar el derecho a la vida a través del descarte de embriones en forma deliberada o bien por la alta tasa de pérdida de embriones", así como "afectar el derecho a la identidad en los casos de fecundación con dación de gametos de terceros".
Un tercer problema generado por la fecundación artificial y la manipulación de embriones humanos es la de "introducir una lógica de producción en la transmisión de la vida".
El director del Centro de Bioética advirtió además que "sabemos que uno de los problemas más serios es el de los embriones congelados. Según la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia en Argentina, esos embriones son personas".
"Algunos jueces procuraron inicialmente poner algunos límites, a cuyo fin se dictó una sentencia en 1999 en la Ciudad de Buenos Aires ordenando realizar un censo de embriones congelados. Sin embargo, tal censo nunca se concretó plenamente", lamentó, recordando que "hubo informes parciales que daban cuenta de 12.000 embriones congelados en la Ciudad".
"También hubo un caso en que un tribunal ordenó la transferencia de embriones congelados a su madre a pesar de la oposición del padre divorciado, porque son sus hijos y tienen derecho a la vida".
El Dr. Lafferriere señaló que se han presentado "decenas de proyectos en el Congreso de la Nación para regular estas técnicas, aún no se aprobó ninguno".
"Solamente en 2013, luego de un intenso lobby, se aprobó una ley que está orientada a cubrir las técnicas por el sistema de salud, prácticamente sin ningún límite más que el hecho de que se realicen para lograr un embarazo".
Por ello, recordó el experto, en 2013 "una reunión de juristas argentinos en las Jornadas Nacionales de Derecho Civil se pronunció claramente en el siguiente sentido: 'Comienza la existencia de la persona humana desde la concepción, entendida como fecundación sea dentro o fuera del seno materno'.
En esa ocasión, los juristas argentinos recordaron que, en el marco del derecho vigente en ese país, "debe considerarse excluida la posibilidad de eliminar embriones humanos o su utilización con fines comerciales, industriales o de experimentación".