La estatua de San Juan Pablo II donada por la Universidad San Sebastián encontró un lugar en el barrio Bajos de Mena en la comuna de Puente Alto, uno de los sectores más pobres de Santiago, cinco años después que las autoridades se negaran a instalarla en una céntrica zona de la capital chilena.
En una Misa presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, se inauguró la estatua de San Juan Pablo II en el parque que lleva su nombre y se celebró la canonización de los nuevos santos.
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"Se me había propuesto ir a Roma en este día pero yo he querido quedarme aquí para celebrar con ustedes, en Puente Alto este acontecimiento de gozo y de gracia", expresó el Cardenal al iniciar su homilía en el barrio pobre más grande de Chile.
"La figura de San Juan Pablo II es una semilla que baja en el suelo de este sector de Puente Alto, un sector que ha sido tocado por tanto dolor y tanto abandono. Hoy, aquí, el Papa viene para quedarse con ustedes, para ser una semilla de justicia, de fraternidad, de paz, para ser una semilla que ha de fructificar una comunidad en donde todos se puedan sentir de verdad hermanos y hermanas, y puedan compartir la dignidad de hijos de Dios que nos ha sido regalada por la Pascua del Señor", comentó el Arzobispo.
La escultura de bronce de 13 metros de alto, fue donada en el 2009, pero su instalación en el barrio Bellavista de Santiago fue rechazada por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile bajo el argumento de que su tamaño rompía con los cánones urbanísticos y la armonía del lugar.
"La soberbia y la autosuficiencia de algunos que piensan que el arte o la belleza, o la verdad, depende de su estrecho criterio, había excluido que esta imagen estuviera en otro lugar. Pero eso ha sido de verdad providencial, porque el Papa piensa quedarse en medio de los sencillos, en medio de los pobres", comentó.
Agregó que la imagen del santo "no podía escoger mejor lugar donde quedarse", y que "desde este lugar el Papa Juan Pablo II seguirá acompañando el camino de estas poblaciones, seguirá caminando junto con la gente de Puente Alto, seguirá alimentando la esperanza de los pobres, seguirá alentando también el compromiso de las autoridades, para que en estos lugar de Chile florezca la justicia y la paz, y para que aquí se construya de verdad una gran comunidad de hermanos".
Luego de agradecer a las autoridades presentes y a toda la comunidad, el Cardenal Ezzati dijo que le había comentado al Papa Francisco sobre la bendición de la estatua. "Santo Padre, lo esperamos en Bajos de Mena, porque allí un predecesor suyo ha querido quedarse en el corazón de la gente", y agregó que "ojalá, dentro de un año y medio o dos, cuando llegue a visitarnos el Papa Francisco, podamos tener un encuentro tan maravilloso como el de hoy".
Durante la homilía, el Purpurado también recordó la visita del santo a Chile y su mensaje a los jóvenes y a los más necesitados.