El sobrino nieto y biógrafo de Juan XXIII, Marco Roncalli, ha destacado que "veía la Iglesia como un jardín y no como un museo" al tiempo que ha destacado la necesidad de reconocer como "padre y pastor de la Iglesia".
En el briefing 'Dos Papas y Concilio Vaticano II', el último de la serie sobre los nuevos Papas Santos, el historiador italiano ha subrayado tres puntos del Concilio Vaticano II: la "apertura de la Iglesia al mundo; la unidad de todos los cristianos; y el mensaje de paz y unidad. Además, ha relatado que la preparación del Concilio duró "44 meses", un periodo de tiempo "mucho mayor" a lo que duró el propio Concilio.
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"El Concilio Vaticano fue inspirado por Dios según el diario del Papa Bueno", ha comentado Roncalli al tiempo que ha destacado que el enfoque no era para "quejarse o lamentarse de los lugares oscuros" sino para valorar la "sana doctrina del Espíritu Santo" porque "no había tiempo para quejarse".
En esta línea, ha reseñado que el Concilio Vaticano II "debería recordar los tesoros de la Iglesia, no crearlos".
Como promotor del Concilio, Roncalli ha señalado que Juan XXIII responsabilizó a los obispos del mundo para hacer que se miraran "unos con los otros y a ser protagonistas de la historia".
Sobre la personalidad del llamado Papa Bueno, ha puesto de manifiesto que le "gustaba conocer a la gente" y que se le podía ver "en la parroquias al lado de la gente sencilla". Finalmente, Roncalli ha agregado que Juan Pablo II "se sentía hijo de Juan XXIII".