Esta noche (hora local), miles de jóvenes abarrotaron la Basílica de San Juan de Letrán en Roma en un encuentro convocado para reflexionar sobre las figuras de Juan XXIII y Juan Pablo II, quienes serán canonizados este domingo 27 de abril en la Plaza de San Pedro.
En la cita participaron Mons. Slawomir Oder, postulador de la causa del Beato Juan Pablo II, y el Padre Giovangiuseppe Califano, postulador de la causa del Beato Juan XXIII. Luego, Fabio Rosini, director de Vocaciones para el Vicariato de Roma ofreció una catequesis.
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El P. Califano abrió el evento recordando algunos de los encuentros del "Papa Bueno" con los jóvenes, a quienes buscó "en las parroquias de Roma, las periferias, hospitales, y cárceles".
"En aquellos tiempos todos advertíamos que el Papa usaba un lenguaje nuevo, de gestos inmediatos, y nos hacía sentir su paternidad. Eran los días de la misericordia", señaló.
"El Papa Juan abrió nuevos horizontes para la Iglesia. El Concilio Vaticano II tuvo una inspiración desde lo alto, y así lo entendió él. Todos debían crear puentes de diálogo por donde pasar la Palabra de Dios y debemos estarle agradecidos por traer una nueva estación a la Iglesia y de la que hoy vemos sus frutos", añadió.
El P. Califano explicó que "la santidad de Juan XXIII no es imposible de imitar". "El mundo quería al Papa por su bondad y su caridad. Pero también por estos gestos tan sorprendentes en un Papa anciano, que parecía de transición. El secreto de su perenne juventud fue su capacidad de renovarse y su deseo de pertenecer a Dios y realizarse plenamente a la luz de Dios y su plan. La Santidad es esta pertenencia a Dios, de realizarnos como hombres, pero a la luz del plan de Dios", concluyó.
Por su parte, Mons. Slamovir Oder, la juventud del Papa polaco y habló sobre el momento de la vocación en la vida del cristiano.
También recordó que "Juan Pablo II dio a la Iglesia muchos santos, sabía que la santidad era parte del pueblo de Dios. Dios pescó en el hombre de Dios y encontró acogida, no hay santidad sin Dios, porque la santidad no está hecho por el compromiso del hombre, sino por la docilidad a la acogida de Dios", señaló.
Daniele Adani, un estudiante de 20 años de edad que asistió al evento, declaró a ACI Prensa que aunque no conoció de cerca a Juan Pablo II, recuerda "las imágenes en las que caminaba por la montaña, y sus discursos pero lo que más recuerdo son las imágenes de los funerales. Ahí es donde descubrí realmente la fe y hoy se ha convertido en un personaje muy importante en mi vida".
Laura Ganinberti, una madre de familia de 40 años de edad, participó del evento y explicó a ACI Prensa que se reunió con los jóvenes "para devolverle el favor a Juan Pablo II".
"Yo pertenezco a una generación que creció con él, y supo darnos valores y un horizonte único, capaz de leer toda la verdad del mensaje grande la cruz, a pasarla de mano en mano, y conocer la noticia más bella del mundo: Cristo resucitado. Hoy venía con unos chicos de mi parroquia, de 20 y 30 años y decíamos, '¿cómo puede ser que personas de tan distinta edad vayamos a un mismo destino?'"
Por su parte, Sor Carlota, de 32 años de edad, de la Congregación Hermanas María Reina de los Apóstoles para las Vocaciones, explicó a ACI Prensa que conoció a Juan Pablo II en las Jornadas Mundiales de la Juventud de París, y en Canadá. "Es hermoso poder rezarle a una persona que has conocido como a los santos, una persona de la que conoces su rostro y con quien te has encontrado. Es hermoso estar en este encuentro en el que los jóvenes anuncian que la fe es algo bello y alegre", refirió.