El Arzobispo de Campobasso-Boiano (Italia), Mons. Giancarlo Bregantini, autor de las reflexiones que serán leídas durante el Vía Crucis del Viernes Santo que el Papa Francisco presidirá en el Coliseo de Roma, explicó que al redactarlas se remitió al ejemplo del Pontífice y la Evangelii Gaudium.
"El verdadero Vía Crucis no lo he escrito yo –dijo-, sino que lo ha hecho el Papa Francisco. Es él quien ha hecho el verdadero Vía Crucis. Yo solo he dado palabras a lo que él escribe y hace. Yo solo soy un portavoz", afirmó Mons. Bregantini en una entrevista concedida a ACI Prensa en Roma el 14 de abril.
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El texto de las meditaciones, tiene por tema "En el rostro del hombre sufrido está el perfil de Cristo". Para Mons. Bregantini esto significa que "Cristo seca nuestras lágrimas, y en Cristo nuestras lágrimas se convierten en rocío. Él tiene la capacidad de transformar las heridas del mal en un manantial de luz y de esperanza".
El Arzobispo señaló que la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, Evangelii Gaudium, ha sido el hilo que da vigor a las meditaciones. "Se trata del documento más intenso y más capaz de leer los dramas del mundo de hoy, porque analiza con claridad y da respuestas muy precisas e intensas, reales y valientes. Proféticas", subrayó.
Para el Arzobispo este Vía Crucis ha sido como redactar la síntesis de toda su vida. Tiene 63 años y durante trece años fue Obispo de Locri, Calabria, donde enfrentó a la mafia y publicó el libro "La oración desafía la mafia". "He querido llevar de alguna manera mi experiencia en Calabria, donde fui capellán de la cárcel. También trabajé como obrero, y he trabajado con los enfermos y educado a los jóvenes en el seminario", dijo. Actualmente, el Prelado preside la Comisión Episcopal Italiana para los problemas sociales y el trabajo, la justicia y la paz.
Para Mons. Bregantini, el Vía Crucis este año tendrá un sabor especial, porque es "la Pasión de Jesús, que ilumina mi pasión". "No es un sermón, relato, o ejercicio, es sumergirse en nuestro dolor buscando en el dolor de Cristo la luz que solo Jesús nos puede dar. Y las 14 estaciones recorren todos los dramas del hombre de todos los tiempos. Especialmente del de hoy. Por eso es muy real y conmovedor, siempre ha sido así, pero cada vez es más real".
"No hay dolor en el mundo que no sea fecundo. Nunca se sufre en vano. Y para entenderlo cada uno de nosotros tiene que saber que tiene ante él el rostro de Jesús, porque con esos ojos, luz, y corazón, es posible encontrar en todas partes del mundo, y en cada dolor y corazón, una gran esperanza", añadió.
Por último el Arzobispo señaló que su mayor desafío ahora es dar esperanza a aquellos que están "en las periferias", "a los jóvenes sin trabajo, a los padres que no saben cómo harán para dar de comer a sus hijos, este es el llanto más grande que sufrimos. En España, Grecia, África, Siria, Ucrania, Venezuela".
"Nosotros esperamos que esta experiencia del Vía Crucis y la fuerza de la Pascua ayuden al mundo a descubrir que solo la paz, la solidaridad, salir unidos de los problemas, creando sinergias, alianzas", concluyó.
Las meditaciones completas se encuentran en: http://www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=543