En el marco de la celebración de la Semana Santa, obispos de diferentes partes del mundo, recuerdan y alientan a los fieles a vivir estos días con humildad y un corazón dispuesto a pedir perdón recordando que la Semana Santa no es para vacacionar o divertirse, ni de simples tradiciones.
En la celebración del Domingo de Ramos, el Arzobispo de San Salvador (El Salvador), Mons. José Luis Escobar Alas, pidió a los fieles de su país que celebren estas fechas "con corazón humilde, dócil y bien dispuesto, pidiendo perdón al señor de nuestros pecados".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Resaltó además la importancia de levantar la mirada y fijarla en Cristo crucificado y alentó a que "meditemos profundamente lo que significa su pasión, muerte y resurrección para nuestra salvación" porque el que medita de corazón no puede "permanecer en el pecado, obstinado en el mal".
Por su parte el Arzobispo de Tijuana (México), Mons. Rafael Romo Muñoz, también durante la celebración del Domingo de Ramos invitó a los fieles a tener como prioridad un tiempo de reflexión y de cultivar el espíritu, antes de pensar en divertirse y vacacionar.
Explicó que "casi ninguno se expresa en el sentido del tiempo de interiorización, decrecimiento en el espíritu. Sino que llamando Semana Santa, sin embargo no se refieren a lo espiritual, dicen que cuídense, que se diviertan bien y que aprovechen estos días. Pero poco expresan en el sentido de decir cultiven su espíritu".
Ese mismo día el Arzobispo de San José (Costa Rica), Mons. José Rafael Quirós, exhortó a los costarricenses a no dejar"que esta semana se convierta en tiempo de simples tradiciones. Cada uno de los momentos fuertes de la celebración, nos conducen a encontrarnos con la fuente de todo amor y consuelo".
Los motivó a ser solidarios con los que más necesitan y anunció que este miércoles 16 de abril se recolecta alimentos en el Mercado Central de San José en donde se hará un huerto de frutas, verduras y alimentos no perecederos para entregar a los adultos mayores pobres, así como a niños huérfanos, enfermos y población en extrema necesidad.
El Prelado resaltó, por ello, que "la experiencia de que la donación lleva a dar sentido a nuestra vida; esto, desde el mismo amor del Señor, que es la fuente de todo gozo".