El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, exhortó a los promotores de la unión civil de parejas homosexuales -develada como un "matrimonio" gay encubierto- a no tener miedo de escuchar la voz del pueblo peruano sobre este tema.
En el programa Diálogo de Fe del 12 de abril, el Cardenal Juan Luis Cipriani alentó a "que el pueblo se pronuncie, que no le tengan tanto miedo cuando quieren hablar de temas que hacen referencia a la familia, a la vida, a la unión homosexual, no hagan tanto circo".
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"¿Qué quiere nuestro pueblo?, ¿qué opina?", alentó a escuchar, "para que nuestros Padres de la Patria puedan reflexionar en esta Semana Santa".
El Arzobispo de Lima criticó que existan "líderes de opinión, políticos, autoridades que piensan que el lugar que ocupan es para imponer su idea".
"Eres alcalde para que haya ordenamiento público, ministro para proveer de un mejor desarrollo económico; congresista para dar unas leyes para que el Perú sea más justo y desarrollado, pero no puedo utilizar mi cargo para modelar la sociedad a mi antojo", señaló.
El Cardenal indicó que es su deber "precisar la fe de mi Iglesia desde el balcón que me da esta responsabilidad".
"No voy a decir cuál es el mejor sistema económico para el país. Pero si tocan a la familia, el matrimonio o la vida es algo importantísimo para la Iglesia, de la cuál sí tendré que hablar".
"No podemos confundir a nuestra gente", aseguró.
El Cardenal Cipriani alentó también a los católicos a no dejar "pasar la Semana Santa sin que deje huella en tu alma".
"¿Qué rol vas a tener en la Semana Santa? Puedes ser el ladrón, puede ser Herodes, Pedro, Jesús, María, Caifás, el centurión, pero no puedes no tener un papel, porque es algo que nos ayudará a vivir en mayor profundidad estos días. No dejes que la Semana Santa pase sin dejar huella en tu alma", dijo.
El Arzobispo de Lima lamentó además que existan católicos que fabrican una Iglesia "a su medida" y no a la de Cristo.
"La iglesia enseña que debemos no solamente enseñar sino dar ejemplo. Pero encontramos a bautizados, que son hijos de Dios, que están en la Iglesia pero están deshaciendo la Iglesia".
El Cardenal señaló que ve "que en cierto ambiente se vive el cinismo. Se puede entender que una persona de afuera maltrate a la Iglesia y vamos a rezar por ella; lo triste es que dentro de la Iglesia gente que reza, que tiene un espíritu católico, pero que al momento de educar a sus hijos, de tener su familia, de ir a Misa, de dar ejemplo a los demás traicionan su fe".
"Y esos ejemplos son los católicos que van al velatorio, que asisten a una misa de difunto, que llaman al cura para la muerte, que el día del aniversario quieren que bendiga su boda".
"Y algunos dicen: 'por qué tanta cruz y fíjate como está la Iglesia; por qué tanta oración y fíjate como está el mundo'. Son los nuevos profetas de desgracias que miran la cruz como un circo y hacen su propia religión".
El Cardenal exhortó a los católicos a no pretender "fabricarte una religión para confundir a los demás o fabricarte una Iglesia tu medida, solo hay una medida que es la de Cristo".