La Cuaresma es un tiempo litúrgico de oración y penitencia que ofrece la Iglesia para prepararse para el Triduo Pascual, en el que se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
San León Magno afirma que los días cuaresmales “nos invitan de manera apremiante al ejercicio de Ia caridad; si deseamos Ilegar a la Pascua santificados en nuestro ser, debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de esta virtud, que contiene en si a las demás y cubre multitud de pecados".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
A lo largo de este tiempo, la Iglesia también nos llama a cambiar de vida y a caminar hacia el Señor, para amarle más. Por ello, es importante tener en cuenta estos datos para conocer más profundamente y vivir correctamente la Cuaresma:
1. Las tres prácticas de Cuaresma
La primera práctica cuaresmal es la oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. Con ella, el cristiano dialoga con el Señor, deja que la gracia entre en su corazón y, como la Virgen María, se abre a la acción del Espíritu Santo dando una respuesta libre y generosa (Lc 1,38).
La segunda —que incluye el ayuno y la abstinencia— es la mortificación. Esta se debe vivir cotidianamente y sin necesidad de hacer grandes sacrificios. Con ella se ofrece a Cristo aquellos momentos que generan molestias y se acepta con humildad y alegría las adversidades.
Y la tercera es la limosna o, más ampliamente, la caridad. San Juan Pablo II explica que está enraizada "en lo más hondo del corazón humano: toda persona siente el deseo de ponerse en contacto con los otros, y se realiza plenamente cuando se da libremente a los demás".
2. El ayuno y la abstinencia
El ayuno consiste en ingerir una sola comida "fuerte" al día, mientras que la abstinencia se refiere a no comer carne. Con ambos sacrificios se reconoce la necesidad de hacer obras por el bien de la Iglesia y de nuestros hermanos y en reparación de nuestros pecados.
En esta práctica también se dejan de lado las necesidades terrenales para redescubrir la sed de Dios. "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,4).
El ayuno es obligatorio desde los 18 hasta los 59 años, y no prohíbe tomar un poco de alimento por la mañana y por la noche.
En el caso de la abstinencia, si bien se refiere a no comer carne —u otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal—, no impide el consumo de huevos, lácteos y cualquier condimento con grasa animal. La abstinencia se observa, además del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, todos los viernes del año, y es obligatoria desde los 14 años.
3. Inicio y término de la Cuaresma
Con el Miércoles de Ceniza comienzan los 40 días de preparación para la Pascua. Ese día el sacerdote bendice e impone las cenizas obtenidas de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.
La ceniza representa un signo de humildad y le recuerda al cristiano su origen y su fin. Son impuestas haciendo la señal de la Cruz en la frente y pronunciando las palabras bíblicas: "Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás" o "Conviértete y cree en el Evangelio".
La Cuaresma termina la tarde del Jueves Santo. Ese día la Iglesia conmemora la Última Cena que el Señor compartió con sus Apóstoles antes de ser crucificado el Viernes Santo.
4. Duración de la Cuaresma
La Cuaresma dura 40 días. Este es un número especial en la Biblia, ya que el número cuatro simboliza el universo material, y seguido de ceros alude al tiempo de la vida en la tierra, con sus pruebas y dificultades.
Además, los 40 días recuerdan los días que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar su vida pública.
5. El color litúrgico de la Cuaresma
El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de conversión espiritual y de preparación al misterio pascual.