Al recibir hoy a la Asociación Nacional de los Ayuntamientos italianos, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco alentó a los alcaldes a estar en medio de su pueblo para trabajar por la paz y la unidad, y no ser "intermediarios" que se aprovechen de sus necesidades.
El Santo Padre destacó que con todas las personas que recurren al alcalde, "el alcalde pobre, termina hundido en tantas cosas... Pero este es el trabajo del alcalde, y yo diría su espiritualidad".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Algunos alcalde, incluso, apuntó el Papa, "después de un día de vuelta a casa con tantas cosas que no han sido resueltas".
El alcalde, remarcó Francisco, debe estar "en medio de la gente. No se entiende un alcalde que no está allí, porque él es un mediador, un mediador entre las necesidades de las personas".
"Y el peligro es llegar a ser un alcalde que no es un mediador sino un intermediario. ¿Y cuál es la diferencia? Que el intermediario se aprovecha de las necesidades de las partes y toma una parte para él, como el que tiene un pequeño negocio y uno que da y quita y se lleva de aquí para allá".
En vez de eso, indicó el Papa, "el mediador es quien paga con su vida por la unidad de su pueblo, por el bienestar de su pueblo, para llevar a cabo las diversas soluciones a las necesidades de su pueblo".
"Después del tiempo dedicado para ser alcalde, este hombre, esta mujer, termina cansado, cansada, con ganas de descansar por un tiempo, pero con el corazón lleno de amor, porque ha sido el mediador".
El Papa subrayó este deseo para los alcaldes, "que sean mediadores. En medio de la gente, para hacer la unidad, para hacer la paz, para resolver problemas y también resolver las necesidades de la gente".
"Pienso en Jesús. No era el alcalde, pero tal vez necesitamos el icono. Pienso en Jesús en un momento de su vida, cuando estaba en la multitud: la multitud que lo estaba presionando al punto - dice el Evangelio - que no pueden casi respirar. Así debe ser el alcalde, con su pueblo, con él, con ella, porque esto significa que la gente , al igual que con Jesús, lo busca porque sabe responder".
"Les deseo esto. Fatiga, en medio de su pueblo, y que la gente los busque, porque saben que siempre responden bien. ¡Gracias por lo que haces, y recen por mí!", concluyó.