El Cardenal José da Cruz Policarpo, Patriarca Emérito de Lisboa (Portugal), falleció ayer por la noche en el Hospital do Sams de la capital portuguesa, luego de haber sufrido un aneurisma de la aorta. Tenía 78 años. Al saber de la noticia, el Papa Francisco rezó por su eterno descanso y envió un telegrama con sus condolencias al actual Patriarca José Manuel Macário do Nascimento Clemente.

En el texto, el Santo Padre señala que "he recibido con dolor la noticia de la muerte del Cardenal José da Cruz Policarpo y deseo expresar mi unión en oración con el Patriarcado de Lisboa, la familia del difunto y cuantos lloran su muerte inesperada".

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"Confío a la misericordia de Dios al amado Cardenal, recordando su preciosa colaboración en los diversos organismos de la Santa Sede y de mis encuentros con este Pastor apasionado en la búsqueda de la verdad. Él era solícito en poner los dones recibidos por el Señor al servicio del Pueblo de Dios y de sus hermanos obispos, sobre todo en los años en los que fue presidente de la Conferencia Episcopal".

El Papa Francisco agradece también a Dios "por su ministerio episcopal en el que ha prodigado con generosidad guiando en los caminos del Evangelio al pueblo que le fue confiado, con el mismo celo con el que realizó su servicio precedente, en particular en la universidad católica portuguesa".

Para concluir, el Santo Padre confía "a la materna protección de la Virgen María a cuantos lo lloran, como el propio Señor Patriarca, a cuantos lo han ayudado en su ministerio y a todos los fieles del Patriarcado" e imparte "de corazón a todos la confortadora Bendición Apostólica que extiendo a los que participan de las exequias".