A raíz de que a mediados de febrero el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia rechazara la despenalización del aborto en el país, la Iglesia Católica solicitó al gobierno que detenga la distribución de la píldora abortiva del día siguiente.
En declaraciones a la prensa local, el secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), Mons. Eugenio Scarpellini, hizo un llamado "al órgano Ejecutivo, en especial al Ministerio de Salud, a eliminar del sistema de salud la píldora del día después, que en ningún caso puede considerarse un anticonceptivo, sino que tiene características abortivas, en clara contradicción con la sentencia" del Tribunal Constitucional.
El Ministerio de Salud había programado para los primeros meses de 2014 el inicio de la repartición de la píldora abortiva del día siguiente a todas las mujeres que la soliciten, a través del programa médico estatal Seguro Universal Materno-Infantil.
Sin embargo, subrayó el secretario de la CEB, "el Tribunal Constitucional Plurinacional ha sentado jurisprudencia constitucional, estableciendo expresamente el reconocimiento legal del derecho a la vida, establecido en la Constitución Política del Estado" y "entendemos que en esta sentencia se reconoce el respeto a la vida".
La píldora del día siguiente y el aborto
El mecanismo anti-implantatorio (abortivo), reconocido por sus fabricantes, con el que se evita que un óvulo fecundado se implante en el útero de una mujer, es el mecanismo de acción más probable de la píldora del día siguiente.
Recientemente, el Doctor José López Guzmán, de la Real Academia de Farmacias Española y académico de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra (España), advirtió del riesgo que representa para la salud el uso indiscriminado de la píldora abortiva del día siguiente, de forma particular en adolescentes, pues conlleva peligros para la salud que pueden derivar en su muerte.