El Papa Francisco le envió una carta a la madre de una de las 52 víctimas mortales de la tragedia de Once, en el que más de 700 personas resultaron heridas, que fue leída durante el acto en la terminal ferroviaria al cumplirse dos años del accidente.
El accidente ferroviario de Once de 2012, comúnmente llamado Tragedia de Once por los medios de comunicación, ocurrió el 22 de febrero de 2012 cuando un tren que llegaba a la plataforma número 2 de la Estación Once de Setiembre (Once), no logró detener su marcha y colisionó con los sistemas de paragolpes de contención de la estación.
La formación, de ocho coches, transportaba en plena hora pico a más de 1200 pasajeros a bordo. Fallecieron 51 personas y más de 702 resultaron heridas.
"Ese día nos enlutó a todos... víctimas de sombrías negligencias", aseguró el pontífice argentino en la misiva, y agregó: "Me acuerdo de esas 52 personas".
"Mi corazón se pone triste y lloro por ustedes", agregó.
Paolo Menghini, padre de otra de las víctimas, recordó que a una semana de ocurrido el accidente, fueron recibidos por el entonces Cardenal Jorge Bergoglio.
"Nos dio palabras de aliento, nos abrazó de a uno y nos dio su acompañamiento más allá de si éramos católicos practicantes, y nos dio su amparo como pastor", contó.
El acto comenzó con el sonar de una sirena a las 8.32, mismo horario en que la formación chocó contra el paragolpe del andén 2 de la estación de Once.
El Padre Diego Fares SJ, quien viene acompañando espiritualmente a los familiares, dijo que "hoy estamos todos unidos. Es un momento de intimidad y comunión. Si hubiéramos muerto nosotros, nuestros familiares y amigos estarían aquí".
"Felices los que tienen hambre y sed de Justicia, porque serán saciados", agregó.
"La historia de las víctimas se convirtió en sagrada", dijo el sacerdote jesuita al realizar una oración en memoria de los 52 muertos en el accidente.
Misa en la catedral metropolitana
En la catedral metropolitana, el Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Eduardo García, presidió una misa en memoria de los fallecidos en la tragedia ferroviaria.
El prelado recordó que "algo que la muerte no puede matar es el amor por aquellos que amamos", y pidió rezar por ellos y "por los que vendrán después de nosotros, para que esta vida de lucha traiga vidas más cuidadas".
Asimismo, llamó "sagradas víctimas" a los fallecidos al evocar palabras del Papa Francisco.
Tras la celebración eucarística, Mons. García pidió que nombraran una a una a las 52 víctimas mortales.