El Papa Francisco envió un mensaje a las comunidades protestantes en el que llama a dejar de lado las diferencias y manifiesta su deseo de ver a todos los cristianos unidos. Las palabras del Santo Padre fueron registradas en una audiencia el 14 de enero con el pastor Anthony Palmer, de la iglesia pentecostal, quien utilizó para este fin su celular.
Al inicio del video, el Santo Padre hace un esfuerzo grande por hablar en inglés y comenta que "no voy a hablar en italiano ni en inglés, sino 'de corazón'" y se disculpó por hablar en italiano –a una audiencia angloparlante– que es el idioma que habitualmente usa desde su elección como Sucesor de San Pedro.
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Ya en italiano, el Pontífice señala que "debemos seguir adelante, ¡somos hermanos!, debemos dar a los demás un abrazo espiritual y abrirnos a que el Señor complete el trabajo que Él mismo empezó".
"Estoy aquí con mi hermano, mi hermano obispo, Tony Palmer –dice el Papa. Hemos sido amigos por años. Él me ha dicho sobre su reunión. Envío un saludo alegre y nostálgico. Es alegre porque me regocija que se reúnan a hablar de Jesucristo, el único Señor, y rezar al Padre. Esto produce gozo, porque se nota que Dios trabaja en todo el mundo".
"Pero también es nostálgico –agrega–, porque nos encontramos en una situación a muchas familias. En las ciudades hay familias en que sus miembros se aman recíprocamente, pero también hay otras donde no hay amor. Hay familias que se reúnen y familias que se separan. Y si me lo permiten, nosotros somos como una de esas familias que están, si me permiten la palabra, separadas".
"Estamos separados porque el pecado nos ha separado. Las incomprensiones a través de la historia. Ha habido un largo camino de pecados que todos compartimos. ¿Quién tiene la culpa? ¡Todos tenemos la culpa! Todos somos pecadores. El único justo es el Señor", expresó.
"Me siento nostálgico, porque me gustaría que esta separación llegara a su fin y tuviéramos comunión. Me gustaría que nos uniésemos en un abrazo, como del que habla la Sagrada Escritura cuando relata que los hermanos de José comenzaron a pasar hambre y fueron a Egipto para poder comer. Tenían sus sueldos, ¡pero no podían comerse el sueldo! Entonces fueron a Egipto. Allí, ellos encontraron algo más que comida: encontraron a su hermano", dijo.
El Papa aseguró que cada Iglesia tiene "el sueldo" de su cultura, de su historia y de sus diversas tradiciones, pero eso no debe ser impedimento para encontrarse como hermanos. "Debemos encontrarnos los unos con los otros como hermanos, y debemos creer de nuevo como lo hizo José. Estas lágrimas, lágrimas de amor, deben unirnos".
"Estoy hablando como un hermano -aclaró el Papa Francisco-. Y les hablo también sencillamente. Alegría y nostalgia. Permitamos que esa nostalgia crezca, para que ésta nos lleve a buscarnos unos a otros y abrazarnos y trabajar en comunión para anunciar a Jesucristo como el único Señor de la historia".
El Papa agradeció que el pastor Anthony Palmer le brindara esta posibilidad de llegar a los cristianos separados de Roma, hablando desde el corazón, y les pidió también que recen por él.
"Yo rezo por ustedes, lo hago. Y recemos para que el Señor nos una a todos. Y adelante, somos hermanos, hagamos espiritualmente este abrazo y dejemos que el Señor termine la obra que ha comenzado. El milagro de la unidad lo ha comenzado Él, y Él lo completará".