El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el sacerdote José María Gil Tamayo y el vicesecretario para Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal, presentaron los datos de la última declaración de la Renta, correspondiente al IRPF 2012 (Campaña de la Renta 2013), que revelaron que nueve millones de personas marcaron la casilla para colaborar con el sostenimiento de las obras de la Iglesia.
De esta manera Barriocanal destacó que a pesar de la crisis, se ha incrementado el porcentaje de declaraciones a favor de la Iglesia católica, pasando del 34,83 por ciento al 34,87 por ciento en este ejercicio.
Teniendo en cuenta que una de cada cinco declaraciones de la Renta son conjuntas, en el IRPF 2012 fueron un total de 7.339.102 a favor de la Iglesia Católica, lo que se estima entorno a 9 millones de españoles. Apenas 17.935 menos que el año anterior, un 0,24% menos. Una cifra mínima comparada con la caída del número total de declaraciones presentadas en toda España, 77.314.
La cantidad total recaudada por Asignación Tributaria es de 249.051.689 euros, casi dos millones de euros más que el año anterior.
Las comunidades autónomas que más recursos aportaron son Madrid, Andalucía y Cataluña, mientras que Castilla La Mancha, Murcia y Extremadura son las comunidades en las que históricamente se marca más la casilla de ayuda a la Iglesia.
Al presentar estas cifras Gil Tamayo declaró que "estamos satisfechos pero sin triunfalismos".
Según el actual sistema de asignación tributaria, en vigor desde enero de 2007, se incrementó el coeficiente al 0,7 por ciento y la Iglesia renunció a la exención del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) vigente en algunas operaciones lo que significaba desde esa fecha para las instituciones de la Iglesia un gasto añadido de unos 30 millones de euros.
Además, con este sistema el Estado español no garantiza ningún mínimo para el sostenimiento básico de la Iglesia. Ha dejado de existir el llamado "complemento presupuestario", de modo que la Iglesia, para su sostenimiento, sólo recibe lo que resulta de la asignación voluntaria de los contribuyentes a través de la casilla de ayuda a la Iglesia en la declaración de la renta y nada de los Presupuestos Generales del Estado.
Marcar esta casilla no significa que el contribuyente vaya a tener que pagar más ni que le vayan a devolver menos. "Con poco dinero, y gracias a la generosidad de millones de personas en todo el mundo, la Iglesia sigue haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto", explica un comunicado de la Conferencia Episcopal Española.
Giménez Barriocanal explicó que "la Iglesia está sufriendo también la crisis, ya que la renta de los españoles ha disminuido y por lo tanto asignan menos renta a la ayuda a la Iglesia", pero destacó que "el apoyo que ha estado recibiendo la Iglesia en los últimos años es estable, sostenido y con una ligera tendencia creciente".
El vicesecretario para Asuntos económicos recordó que "la Iglesia está llamada a una inmensa labor en el campo educativo, pastoral y asistencial, jamás va a renunciar a esto. Si se tienen menos recursos de los que se deberían tener por la crisis, se tendrá que trabajar más, como ya estamos haciendo todos los ciudadanos de este país" y subrayó "que con cuantos más recursos tengamos, con ese sencillo gesto de marcar la casilla, más posibilidades tendremos de seguir haciendo el bien y a eso llamamos en las campañas de aportación".
Por su parte, el portavoz y secretario de la CEE añadió que ese "'apretarse el cinturón', nunca lo sufrirán lo que más lo necesitan. La visión de la Iglesia no va a ir por los recortes en las capas sociales que más lo necesitan".