El Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa Savino, pidió al Gobierno y a los líderes opositores bajar las tensiones para "evitar que siga una escalada de violencia en Venezuela", e instó a las autoridades a detener y juzgar a las personas que usaron armas de fuego y que han provocado tres muertos.
En declaraciones a Unión Radio, el Purpurado dijo este miércoles que "tenemos que acercarnos todos a Dios y tenemos que buscar verdaderamente la paz". Dijo que los dirigentes del Gobierno y de la oposición tienen la obligación "de alentar a sus partidarios a contribuir con su conducta y con sus palabras a bajar las tensiones, a evitar los conflictos, a evitar cualquier tipo de acto vandálico, y también por supuesto los excesos en la contención o represión de actos que puedan tornarse violentos".
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"Hay que bajar el lenguaje, hay que evitar tener actitudes emocionales, hay que procurar tener una actitud más sosegada. Cuando hay una situación crítica, lo importante es que haya una gran serenidad para tomar las decisiones convenientes", expresó.
El Arzobispo también rechazó el uso de armas de fuego. "No entiendo por qué si eso está prohibido por la Constitución, entonces se pueda utilizar armas de fuego en la contención o represión de una manifestación".
"Si no fueron funcionarios del Estado los que han provocado, por ejemplo, los heridos en Valencia ayer en la tarde, pues entonces el Gobierno tiene la obligación de buscar a esas personas que dispararon y aprehenderlos y juzgarlos", señaló.
El Cardenal Urosa también llamó al Gobierno de Nicolás Maduro a escuchar "las razones por las cuales está protestando la gente, no solo los estudiantes". Recordó que en el país hay escasez de productos básicos, inseguridad y desempleo. "Las protestas no son solo de estudiantes. Uno ve que hay protestas en todo el país", señaló.
Este miércoles se registra una nueva marcha en Caracas, donde miles de opositores y estudiantes se movilizan en apoyo de Leopoldo López, dirigente de la oposición que se entregó voluntariamente ayer y a quien Maduro quiere acusar de las muertes ocurridas durante la represión del 12 de febrero.