La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) exigió este viernes al Gobierno que dé una lista de las personas detenidas durante y después de la violencia contra la marcha pacífica del miércoles para así garantizar la legítima defensa de estas personas, a la vez que condenaron la participación de grupos "paramilitares" amparados muchas veces por instituciones y fuerzas pública.
"El Estado de Derecho y la Democracia son el marco institucional propicio para el respeto, garantía y protección de los derechos humanos. El respeto a la Constitución, la independencia de los poderes públicos, la actuación de los funcionarios públicos con sujeción al ordenamiento jurídico y la responsabilidad por la violación de los derechos humanos, son elementos sustanciales para la existencia de una sociedad democrática", recordó el comunicado firmado por Mons. Roberto Luckert y Mons. Baltazar Porras, presidentes de la Oficina de Justicia y Paz, y de la Comisión de Pastoral Social, respectivamente.
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Los obispos expresaron su dolor por "el costo humano que dejan como saldo las manifestaciones ocurridas en diferentes zonas del País los días 12 y 13 de febrero, que, hasta el momento, han arrojado 3 ciudadanos muertos y aproximadamente 66 heridos y 80 detenidos".
Por ello, rechazaron "la criminalización generalizada, por parte del Estado, del derecho a manifestar y protestar", así como "la participación de grupos civiles armados al margen de la ley (paramilitares) con la venia muchas veces de instituciones y fuerzas pública que tienen el deber de garantizar la paz social y los derechos fundamentales".
Los obispos denunciaron que hubo un "uso desproporcionado e indiscriminado de la fuerza para mantener el orden público, vejando la dignidad humana" de los manifestantes, así como una "restricción de la información", generando rumores, "incertidumbre y desasosiego en la población".
En el comunicado, Mons. Luckert y Mons. Porras rechazaron "las detenciones arbitrarias, la irregularidad de la designación de un centro de reclusión que queda distante del Juez Natural y del sitio donde sucedieron los hechos", "los tratos crueles para con los detenidos que atenten con la Dignidad Humana", así como "cualquier iniciativa que tienda a la violencia y tergiverse la voluntad pacifica de los ciudadanos a expresar sus opiniones, ideas y descontentos".
Ante esta situación, exigieron al Gobierno "un listado de los detenidos con su ubicación exacta y cargos que se le imputan, para garantizar el derecho a la legítima defensa y que la familia tenga la información de su familiar". Además le recordaron su deber de respetar el "derecho a manifestar y protestar de manera pacífica en el marco constitucional", así como "adoptar mecanismos para evitar el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes públicos en marchas y manifestaciones de protesta".
Asimismo, exigieron "a los partidos políticos, a la sociedad civil, a las instituciones del Estado venezolano a tolerar y reconocer las diversas ideas, opiniones, planteamientos, para dialogar, negociar y construir de manera democrática alternativas inclusivas, justas y pacíficas. La violencia y el conflicto fratricida es un camino ciego".
También los llamaron a dar "respuestas institucionales apegadas al debido proceso que orienten de manera eficaz, independiente e imparcial una investigación para garantizar la verdad y la consecución de la Justicia".
En su comunicado, los obispos dijeron que desde la Vicaría de Caracas, La Vicaria de Los Teques y la Comisión de Justicia y Paz de la CEV, trabajarán "conjuntamente con el Foro por la Vida en el acompañamiento y la asesoría las víctimas y hacer un seguimiento a los hechos ocurrido, exigiendo una investigación independiente, la garantía y el respeto de los Derechos Humanos".
Finalmente, tras expresar su solidaridad a las familias de las víctimas, ambos prelados llamaron a los fieles a "orar intensamente y trabajar en la construcción de la paz, dando testimonio de un auténtico seguimiento a Jesucristo, nuestro Señor, para hacer posible en nuestro país la fraternidad de los hijos e hijas de Dios".