El Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia (Polonia) y secretario personal durante más de 40 años del Beato Papa Juan Pablo II, explicó las razones por las cuales no quemó las meditaciones del Pontífice polaco como se lo había solicitado antes de morir y que ahora han sido publicadas en un libro titulado "Estoy en manos de Dios. Apuntes personales 1962-2003".
El Cardenal conversó con ACI Prensa sobre la polémica que ha generado la publicación de estas meditaciones contrariando la voluntad del amado Papa peregrino, que el 27 de abril será canonizado junto al Papa Juan XXIII, y que han suscitado diversas críticas.
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El Purpurado señaló que "esta polémica es absurda, no tiene sentido, ningún sentido. Él (Juan Pablo II) me conocía. Él sabía a quién dejaba estas cosas, sabía que me comportaría con responsabilidad que es como he tratado de hacer en toda mi vida de servicio para con él: servir de una parte con obediencia y de otra parte con prudencia y responsabilidad. ¿Usted se imagina quemar cosas de este tipo?"
El Cardenal dijo luego que "es necesario distinguir los documentos importantes de las cosas que no importan. Estas (meditaciones) no eran correspondencia, eran una cosa más profunda que puede ayudar a muchas personas a descubrir cómo se reza, cómo se ama".
"Él (Juan Pablo II) tenía una vida muy profunda y no se abría fácilmente. Aquí, a través de estas meditaciones se podrá descubrir un poco su corazón, su fe, su devoción, lo que portaba dentro de sí".
El Arzobispo de Cracovia comentó a ACI Prensa que Juan Pablo II "es un Papa que ha estado en servicio 27 años, que ha portado consigo tantas riquezas espirituales y estas meditaciones documentan su vida espiritual. Al ser proclamado santo es indicado por la Iglesia como ejemplo porque la vida que él ha tenido puede ser un ejemplo para todos".