El Seminario Santo Toribio de Mogrovejo de la ciudad de Lima (Perú) abrió sus puertas para recibir a 19 jóvenes de diferentes distritos de la ciudad que han decidido dar el Si al Señor e iniciar el camino hacia el sacerdocio.
Los jóvenes recibieron la respuesta que cambiaría su vida a través de una carta que les informaba que eran admitidos en el Seminario luego que ellos pasaran varias semanas de discernimiento en una convivencia de admisión.
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El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, en un compartir con los nuevos seminaristas que incluyó desde una Celebración Eucarística en la capilla de la Casa de Nazareth hasta una partida de ping pong, sostuvo con los jóvenes una conversación cercana y paternal, donde los exhortó a estar siempre atentos a los signos de Dios.
En su homilía, el Purpurado reflexionó que "no es que uno diga ya no tengo defectos, ya soy humilde, ya aprendí todo. No. Y me dirán Este camino es arduo. No tan arduo, si dejas que el Señor te ayude es muy bonito y alegre. El destino del hombre sobre la tierra es luchar por amor hasta el último instante".
El más joven del grupo, Ítalo Melandri de 17 años de edad, comenta que ha "podido descubrir más a Dios; y sobre todo y lo más importante la voluntad de Dios con la carta de admisión que confirma lo que en oración podía presentir".
Melandri recuerda que la perspectiva de su vida cambió ante la pregunta "¿Has pensado ser sacerdote?", cuya respuesta lo anima y motiva a continuar ese camino con perseverancia.
Otro de los nuevos integrantes del seminario, Sebastián Jara, señaló que "pasan diez mil cosas por tu mente, toda la etapa que he vivido acá, hasta pasar la puerta de la rectoría y que el padre te dé tu carta, leerla y ver 'Aceptado' es una gran emoción que te embarga".