En la audiencia general celebrada hoy en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco saludó a Lidia Guerrero, la madre de Víctor Hugo Saldaño, el único preso argentino condenado a muerte en Texas (Estados Unidos).
Guerrero llegó al Vaticano acompañada por el abogado defensor de Saldaño, Juan Carlos Vega, y una delegación de la Comunidad de San Egidio de Buenos Aires, comprometida en una campaña contra la pena de muerte.
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"Vamos a hablar con el Papa Francisco, símbolo a nivel mundial por la fuerza de su autoridad moral, y le haremos ver cómo entre nuestras peticiones está el hecho de que Saldaño, en virtud de su estado psicológico, debería ser al menos trasladado a una cárcel común", explicaba antes de su encuentro con el Papa el abogado Vega, según una nota de la Comunidad de San Egidio.
Saldaño fue condenado a muerte en 1996 tras aceptar su culpabilidad por el asesinato de un comerciante estadounidense en Collin County, Texas, ocurrido en 1994, cuando tenía 22 años de edad y vivía una juventud desenfrenada, bajo las drogas y el alcohol.
Su madre ha luchado durante los últimos 20 años por evitar el desenlace y lograr calidad de vida para su hijo en prisión.