El Papa Francisco respondió personalmente una carta que recibió de un escritor español que se identifica como agnóstico pero que comparte con el Pontífice la admiración por la pintura "La Vocación de San Mateo" de Caravaggio. En su respuesta el Santo Padre le pidió que rece por él o al menos que le mande "buena onda".
En la misiva, el Pontífice se dirige al escritor Juanma Velasco -quien le envió un libro de su autoría con una carta dentro-, deseándole "lo mejor". "Me sale decirle que por favor, rece por mí y si por honestidad y coherencia interior no lo hace, mándeme, al menos, buena onda para que no traicione mis ideales".
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Cuando Velasco se enteró que el Santo Padre tenía un gusto particular por la obra de Caravaggio que él había utilizado en la carátula de uno de sus libros, decidió enviarle una copia de su novela junto a una carta.
"Se la mandé de dos maneras, una por via postal ordinaria que tuvo la respuesta protocolaria del Vaticano y la segunda fue a través de un señor de Asturias que conocí en la gira de presentación del libro, que su hija tenía un amigo sacerdote que en Navidad iba a cenar con el Papa. Este sacerdote se lo llevó de regalo".
La obra se encuentra en la iglesia de San Luis de los Franceses de Roma, ubicada en los alrededores de Plaza Navona. Se sabe que el Santo Padre desde antes de ser Papa gustaba visitar esta iglesia cuando se encontraba en Roma.
Velasco supo que "al día siguiente el Papa Francisco encontró los regalos y dió la casualidad que encontró el libro y le llamó la atención la tapa del libro, lo cogió y se encontró la carta".
El Santo Padre decidió responder personalmente: "Se imagina que la tapa me llamó la atención, abrí la tapa y allí estaba la carta, gracias por haberla escrito porque me parecía estar conversando. Cuando venía a Roma me hospedaba en la Casa del Clero cerca de San Luis de los Franceses y me iba a ver ese cuadro de Caravaggio", agregó el Papa.
El escritor castellonense relató que "le dije al Papa que no sería capaz de devolverme la fe que perdí en mi infancia o en la adolescencia pero sí le mandaba la buena onda, porque no soy de dioses pero sí de hombres y el Papa, en este tiempo que lleva al frente de la Iglesia Católica está dando pasos acelerados para acercarnos a muchos agnósticos y otros a los que nos consideran diferentes".