El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, alentó a Chile y Perú –tras el fallo de la Corte de La Haya que definió su límite marítimo-, a mirar hacia adelante y trabajar juntos "porque somos hermanos".
"Somos hermanos, bajemos el tono, vayamos adelante sin estar hurgando en la herida o queriendo sacar ventajas políticas en ambos lados. Es el momento de tener un estilo de vida de mayor madurez. Ha llegado el momento de ponernos a trabajar juntos y avanzar no solamente en lo económico sino en lo humano, porque somos hermanos", reflexionó durante el programa radial Diálogo de Fe del 1 de febrero.
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El Purpurado señaló que "todos queremos un vida alegre y llena de esperanza, pero para llegar a eso hace falta que tengamos entre nosotros un trato y un sentimiento no de enemigos ni de competidores, sino de verdadera fraternidad". "El odio hace que no veas el amor, la cercanía, el cariño. Hay gente que no perdona nunca y se queda con el veneno dentro", advirtió.
Por eso, dijo que la grandeza del ser humano está en reconocer los errores y saber pedir perdón cuando es necesario. "Pedirle disculpas al que me ha agredido no me hace menos, me hace más. No está en juego nuestra dignidad humana por decir: Me equivoqué o por decir Gracias", señaló.
El Arzobispo de Lima recordó que al ser hijos de Dios, todos forman parte de una misma familia.
Además, animó a ayudar a la gente enferma y acompañar a los que están solos. "Si ponemos esa preocupación por los demás: enfermos, presos, gente mayor, gente que está pasando momentos difíciles, en los primeros lugares de nuestra agenda tendremos un ambiente y un espíritu más comprensivo", señaló.
"Pero si nuestra agenda es todo el tiempo incomodar y estar pensando cómo hacer daño, el demonio se mete en el alma y en la vida, y pasa todo el tiempo trayendo a la memoria recuerdos para hacer daño. El demonio se dedica el tiempo entero a fabricar agendas para dañar a los demás", advirtió.
Exhortó también a dejar de lado la sed de poder y encender la luz de reconocerse hijos de Dios.