El Papa Francisco recibió esta mañana al Consejo Directivo de la Universidad católica de Notre Dame de Estados Unidos, que inaugura un centro en Roma. En su discurso señaló que las universidades católicas tienen el deber de dar un testimonio inequívoco e indispensable para defender y sostener el mensaje cristiano, su identidad católica y la enseñanza de la Iglesia.
El Santo Padre recordó que en su reciente exhortación Evangelii Gaudium reiteró "la dimensión misionera del discipulado cristiano que debe ser relevante en la vida de las personas y en la tarea de cualquier institución eclesial. Este compromiso de 'discipulado misionero', tendría que percibirse de forma especial en las universidades católicas que, por su naturaleza, están comprometidas en demostrar la armonía entre fe y razón y en evidenciar la importancia del mensaje cristiano para una vida plena y auténtica".
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Por ello, explicó el Santo Padre "es esencial un testimonio decidido en las universidades católicas de la enseñanza moral de la Iglesia y la defensa de su libertad, precisamente en las instituciones formativas de la Iglesia y a través de ellas, para defender esa enseñanza proclamada con autoridad por el magisterio de sus pastores".
"Espero que la Universidad Notre Dame siga ofreciendo su indispensable e inequívoco testimonio de este aspecto fundamental de su identidad católica, sobre todo frente a los intentos, vengan de donde vengan, de diluirla. ¡Y esto es importante: su identidad, como fue pensada desde el comienzo, para defenderla, preservarla y avanzar en ella!"
El Papa recordó luego al fundador de la Universidad de Notre Dame, el Padre Edward Sorin, que en 1842 fundó este centro de estudios con algunos religiosos de la Congregación de la Santa Cruz. Dijo que la inspiración que lo llevó a esta iniciativa "sigue siendo clave, también en el siglo XXI, para la identidad que la caracteriza y para su servicio a la Iglesia y a la sociedad estadounidense".
El Santo Padre indicó además que desde su fundación, esta Universidad "ha dado una notable aportación a la Iglesia en vuestro país, comprometiéndose en la educación religiosa de los jóvenes y en la enseñanza de un saber inspirado en la confianza en la armonía entre fe y razón para alcanzar la verdad y la virtud".
"Consciente de la importancia crítica de este apostolado para la nueva evangelización, expreso mi gratitud por el compromiso que la Universidad de Notre Dame ha mostrado durante los años para apoyar y fortalecer la educación católica en primaria y secundaria en los Estados Unidos".
Para concluir, el Papa pidió a los presentes que "recen por mí en este ministerio que he recibido en servicio al Evangelio y les aseguro mis oraciones por ustedes y por todos quienes están asociados a ustedes en la misión educativa de la Universidad de Notre Dame".