En medio de la creciente violencia de las protestas políticas, el Arzobispo Mayor de Kiev (Ucrania), Mons. Sviatoslav Shevchuk ha pedido paz y unidad a los habitantes del país.
En un comunicado publicado por Radio Vaticano, el Arzobispo indicó que "con gran consternación y tristeza hemos atestiguado los eventos que suceden en este momento en Kiev".
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"En vista de estas excepcionales circunstancias", continuó, "me gustaría apelar a todos los fieles de la Iglesia, el pueblo ucraniano, y todas las personas de buena voluntad, en el nombre de Dios, ¡detengan el derramamiento de sangre!".
El Prelado señaló que "¡la violencia nunca fue el camino para construir un estado independiente! El derramamiento d sangre nunca reconciliará los corazones o traerá un resultado positivo".
Mons. Sviatoslav Shevchuk es el líder de la Iglesia Católica Ucraniana-Griega, y su pedido de paz se ha producido como una respuesta a la creciente violencia que surge en medio de las protestas contra el gobierno, que se realizan en Kiev, la capital del país.
Durante las últimas noches, la policía y los manifestantes se han enfrentado, mientras que las fuerzas del gobierno buscaron detener las actuales protestas.
De acuerdo a BBC News, jóvenes lanzaron material pirotécnico y bombas de petróleo a la policía que resguardaba la carretera que lleva al parlamento ucraniano, y algunos manifestantes fueron golpeados violentamente por la policía.
Las protestas comenzaron originalmente luego de que el gobierno anunciara, el 21 d noviembre, que no se firmaría una alianza económica importante con la Unión Europea. Desde entonces, los manifestantes han cercado edificios del gobierno, en ocasiones llenando con más de 100 mil personas una cuadra.
Las leyes anti-protestas que incrementarían las multas e impondrían penas de cárcel para manifestaciones no autorizadas han sido implementadas el 22 de enero, de acuerdo a la BBC.
En su llamado a la paz, el Arzobispo Shevchuk pidió a las autoridades "esuchar a su pueblo, oírlo, no usar la violencia contra ellos o mecanismos represivos".
A los ciudadanos ucranianos, especialmente a los manifestantes, el Prelado les dijo que "les ruego, vuelvan a su naturaleza pacífica de protestas. No dejen que las emociones se lleven lo mejor de ustedes".
"Ni el miedo ni la agresión ni la ira fueron nunca de ayuda en determinar nuestro futuro", dijo.
Enviando un recordatorio a los Obispos y sacerdotes que han continuado asistiendo ministerialmente y ofreciendo sacramentos a los manifestantes, a pesar de las amenazas del gobierno de rescindir el estatus legal de la Iglesia Católica en Ucrania, el Arzobispo Shevchuk los alentó a "hablar palabras de paz a los corazones y mentes" y a seguir enseñando el Evangelio de la paz.
"Llamo a todos", continuó, "a rezar por la paz en nuestro país. Que el Señor de La Paz, que nos ha dado su paz, esté con todos ustedes", dijo.