Con motivo de la Jornada de la Infancia Misionera del 26 de enero, el Arzobispo de Madrid (España), Cardenal Antonio María Rouco Varela, escribió una carta en la que explica que esta jornada es "una de las cuatro grandes obras que la Iglesia tiene para ayudar a los misioneros", y donde pide a los niños rezar y donar una pequeña limosna.
El Cardenal pide a los niños de la archidiócesis que no dejen de rezar "por los niños que viven en tierras de misión, en países lejanos, y también por tantos niños que están cerca de vosotros y que no conocen a Jesús, o se han olvidado de Él, para que todos le conozcan, cada día más y mejor, y sobre todo le quieran".
En la carta, el Cardenal Rouco asegura que "hay todavía muchos niños en el mundo que no saben nada de Jesús, de la Virgen María, o de la Iglesia. Y muchos de los que lo conocen no tienen la posibilidad de ir a Misa cada semana, o no tienen Catecismos o Biblias para poder ir a catequesis y aprender bien a ser cristianos. Infancia Misionera tiene el encargo del Papa de ayudar a todos esos niños, a través de los misioneros, para que ellos también puedan amar a Jesús y seguirle con alegría".
El lema elegido por Infancia Misionera para la Jornada de este año es "Los niños ayudan a los niños". "Todos vosotros podéis ser una grandísima ayuda para todos esos niños que no conocen todavía a Jesús, o tienen dificultades para vivir como buenos cristianos", indicó el Purpurado a los más pequeños.
Por eso les propone comenzar por "algo muy sencillo, y muy eficaz, como es la oración. Si cada uno de vosotros se compromete a rezar un Avemaría o un Padrenuestro cada día por ellos, estaréis siendo un gran apoyo para los misioneros que están extendidos por todo el mundo para llevarles a Jesús. Más aún, estaréis siendo ya vosotros mismos verdaderos misioneros".
Además les pide una limosna, "aunque sea pequeña, pero siendo siempre grande el amor con que lo hacéis: ser capaces de renunciar a un capricho pensando que así podréis ayudar a que los misioneros mantengan tantas obras de caridad, de educación, de sanidad, de formación para todos esos niños, y sus familias. Alguno puede pensar que es una minucia, pero cuando todos ponemos un poquito, ¡hacemos grandes cosas!".
El Cardenal explica que Jesús "es el primero en ayudar, y siempre tenemos que aprender de Él. Y Él es el primer misionero". Les aseguró que ayudando pueden ser misioneros, "sin necesidad de ir a países lejanos".
Cuando colaboran con Obras Misionales Pontificia "en realidad estaréis allí, pues los misioneros por los que rezáis os llevan en su corazón; y los acompañaréis en todas sus ocupaciones y trabajos. Y sois misioneros también porque en Madrid, en nuestros pueblos y barrios, os preocupáis de vuestros compañeros y amigos que se han olvidado de Jesús", afirmó.
El Arzobispo de Madrid termina la carta dirigida a los niños alegrándose porque "Jesús puede contar con vosotros para ser verdaderos misioneros suyos y llevar a los demás niños la Buena Noticia de que Él es nuestro Amigo y está siempre con nosotros".