Representantes de diversas organizaciones de la Iglesia se han reunido en Madrid (España) para estudiar y encontrar nuevos modos de luchar contra la trata de personas –el segundo negocio clandestino más lucrativo del mundo-, especialmente contra los relacionados con la explotación sexual y el trabajo esclavo.
Se trata de un encuentro que se realiza cada dos años y al que asisten las asociaciones afiliadas a COATNET, Christian Organizations Against Trafficking in Human Beings, es decir, Red de Organizaciones Cristianas contra el Tráfico de Seres Humanos y que organiza Cáritas Española junto con Cáritas Internationalis y en la que actualmente están participando más de 60 expertos de 33 países.
Según datos de la Oficina del Defensor del Pueblo, en España la trata de personas con fines de explotación sexual genera cinco millones de euros diarios.
Por ello, José Luis Pinilla, secretario de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE), explicó que la trata de personas debe afrontarse desde varios frentes que incluyen el país de origen, los países de tránsito y los países de destino, donde estas personas terminan forzadas a realizar diversas actividades en contra de su voluntad.
Ante esta realidad, indicó, "la Iglesia española se ha movido en la triple clave del ver, juzgar y actuar". Sin embargo, alertó de la falta de normas migratorias adecuadas a la evolución del fenómeno que permitan combatir la trata de personas, el segundo negocio clandestino más lucrativo después del tráfico de armas y por encima del tráfico de drogas.
"La trata nos duele porque esas personas son consideradas como recursos, como cosas u objetos que se pueden intercambiar, vender o comprar", señaló por su parte Francesca Petriliggieri, experta de Cáritas España.
Según Petriliggieri, es muy difícil individuar el número aproximado de mujeres sometidas a este tipo de esclavitud. Sin embargo, dijo que el perfil medio de mujeres a las que prestan ayuda y que tienen graves indicios de estar bajo explotación sexual es de entre 20 a 35 años y procedentes de Brasil, Nigeria y Rumania.
Uno de los puntos principales de este encuentro ha sido la presentación de la "Guía didáctica sobre la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual", en la que se pretende la sensibilización de los alumnos de educación secundaria hacia este tema. Además también anima a los ciudadanos a denunciar situaciones de posible trata de personas ante cualquier sospecha, ya que según han afirmado, "puede haber gente esclava cerca de nosotros".