El Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Antonio Munilla, presidió este lunes la Misa en la iglesia de Santa María en honor de San Sebastián, patrón de la diócesis, donde afirmó que la única manera de ser prudente y justo es siendo santos.
"Desde nuestra infancia, los donostiarras hemos sido educados en la memoria de este mártir romano, militar de profesión -miembro de la guardia pretoriana del emperador Diocleciano, según parece-, que dio su vida por Cristo en el siglo tercero", ha explicado el Obispo.
Mons. Munilla ha asegurado durante la homilía que de manera más o menos consciente en la vida se debe optar por construir el bien común o buscar el interés personal. "Quienes persiguen el bien común por encima de todo, necesitan ejercitarse en las virtudes de la justicia y de la prudencia, para conjugar los intereses personales, en el contexto de una perspectiva social. Por el contrario, quienes no persiguen otra cosa que su propio interés, suelen hacer gala de imprudencia, obstinación y hasta de crueldad", afirmó.
En ese sentido, el Obispo aseguró que "la fe cristiana aporta elementos decisivos para el bien común. Entre otras cosas, la propia creencia en la existencia del bien común".
Mons. Munilla advirtió que el bien común no es un "mínimo común múltiplo, o un pacto de circunstancias" y aseguró que "hoy en día, por desgracia, suele confundirse la tolerancia con el relativismo, y la prudencia con la cobardía. Más aún, en algunos manuales de ética se presenta la ética de la prudencia como incompatible con una 'moral heroica'".
Por eso el Prelado explicó que "lo decisivo está en entender que la virtud de la prudencia tiene que estar puesta al servicio de la justicia". Advirtió que el drama de nuestra sociedad consiste en que "la política -siendo muy necesaria- ha llegado a convertirse en el único principio rector de la existencia humana".
Es la política, según el Obispo, la que "pretende decidir el bien y el mal", "redefinir la naturaleza humana y la propia familia" o "determinar el principio y el fin de la vida humana", entre otros.
"La clave, pues, está en entender que la política es el ejercicio de la prudencia social al servicio del bien común; es decir, al servicio de la justicia", ha afirmado Mons. Munilla durante la Misa en honor de San Sebastián. Aseguró que "sería un error gravísimo que un valor moral absoluto -como por ejemplo es el caso del respeto a la dignidad de toda vida humana desde su concepción- quedase sin protección de forma incondicional, en virtud de una falsa prudencia".
Explicó que "cuando el ejercicio de la prudencia pretende sustituir a la justicia; o al revés, cuando la invocación de la justicia pretende hacer innecesaria la prudencia; entonces la injusticia y la imprudencia terminan por caminar juntas".
Por eso, invitó a los fieles a imitar al Patrón de la ciudad, pues este santo fue "un hombre 'prudente' y 'justo'", algo que podría resumirse diciendo que San Sebastián fue "un hombre 'santo'".
La única manera de ser al mismo tiempo prudente y justo es siendo santo, afirmó Mons. Munilla, por eso ha pedido a todos los fieles de la diócesis que renueven "la llamada a la santidad que todos los cristianos hemos recibido en el bautismo".