Un tribunal francés decidió que Vincent Lambert, un hombre tetrapléjico de 38 años de edad y hospitalizado desde hace cinco en estado de conciencia mínima, no sea sometido al procedimiento de eutanasia solicitado por su esposa, quien pidió dejarlo morir deteniendo la hidratación y alimentación que recibe.
Según señala el diario francés Le Figaro, el tribunal administrativo de Châlons-en-Champagne, conformado por nueve jueces, decidió el jueves 16 de enero que Lambert siga recibiendo la alimentación e hidratación que lo mantienen vivo, en el Hospital Universitario de Reims. El paciente había sido trasladado al área de urgencias el miércoles para detener los procedimientos.
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Para los magistrados, detener la alimentación y la hidratación es "un atentado grave y claramente ilegal al derecho fundamental a la vida". Vincent Lambert, explican, no está "ni enfermo ni en el final de su vida". El tratamiento que se le da, precisan además, "no es inútil ni desproporcionado y tampoco tiene como objetivo mantener de modo artificial su vida".
Los médicos, siguiendo indicaciones de la esposa y parte de los nueve hermanos, decidieron interrumpir la alimentación y la hidratación que lo mantienen con vida, pero los padres de Vincent y dos de los hermanos se opusieron y llevaron el caso a los tribunales.
Para el abogado encargado del caso, Jérome Triomphe, la decisión del juzgado es "una victoria del derecho, una decisión tomada por nueve jueces (…) a la luz de la dignidad. Es una victoria para todos los discapacitados".
El caso de Lambert recuerda al de la estadounidense Terri Schiavo, que en el año 2005 murió después de trece días de agonía tras habérsele suspendido la alimentación e hidratación a pedido de su esposo y en contra de la voluntad de sus padres.